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Salud y Enfermedad. Dos caras de una MonedaComo hemos expuesto en la página en la que hablamos de salud enfermedad y nutrición, la salud es el estado normal y natural del ser vivo. Se trata de un estado de equilibrio en el que todas las funciones del organismo realizan su labor de manera armoniosa y, cuando se pierde ese estado de equilibrio sobreviene lo que llamamos enfermedad siendo este el estado anormal del ser humano.La enfermedad podemos considerarla entonces la parte complementaria y útil de la salud, es el lado oscuro ó la sombra de la salud, donde no llega la luz. Digo complementaria porque si la entendemos nos sirve de apoyo para recuperar la salud cuando la perdemos ya que nos hace tomar conciencia de las circunstancias que nos han llevado a tal desequilibrio y tomar cartas en el asunto antes de que llegue a ser demasiado tarde. La enfermedad nos hace reflexionar y detenernos por la fuerza mediante sus avisos como son los síntomas que desencadena cuando sobreviene la crisis, dolorosos, incómodos que nos indican descanso y reflexión y siempre exige una moneda de cambio para recuperar el estado de armonía normal que no es ni más ni menos que un cambio en nuestra vida. Nos dice al oído: “Cambia de rumbo que por ahí vas mal..”No admite atajos ni engaños y, si lo hacemos tomando medicamentos y falsos elixires sin cambiar de hábitos, nos devuelve una falsa salud que no es más que una recuperación a medias con un saldo negativo de nuestra energía hasta el próximo tropezón que no tardará mucho en llegar. Significado de la EnfermedadLa enfermedad no es una agresión al organismo. Simplemente es la ausencia de la Salud. La enfermedad libera al organismode una situación anormal y, a través de los síntomas nos indica donde está el cambio ó en qué sentido tenemos que modificar nuestra conducta, psicología ó nuestra forma de vida. La enfermedad es una con un montón de síntomas creciente, pero la medicina que conocemos se ha empeñado en hacer carrera por la eliminación del síntoma en lugar de planteársela por la vuelta real al estado de salud analizando estos indicadores que son los síntomas de la enfermedad y no considerarlos independientes entre sí. A partir de ese concepto, la medicina ha emprendido una carrera desenfrenada dirigida hacia la consecución del fármaco ideal, con tintes consumistas, para eliminar estas molestias que expresan la enfermedad. La historia está plagada de anécdotas de esta lucha contra lo que nos está indicando nuestra propia liberación que solo pide que dejemos nuestro cuerpo tranquilo para que pueda recuperar su estado natural. Todos los curanderos más ó menos empíricamente, ha tratado de eliminar con todo tipo de medios estas dolencias de causa más o menos imaginaria. El Microbio. ¿Causa perfecta ó Cabeza de turco? Más adelante, cuando Pasteur descubrió los microbios, encontró un caldo de cultivo ideal para creer entender las causas que parecía que eran producidas por ciertos microbios parasitarios que, al producir unos venenos, se mostraban claramente patógenos. Una buena baza si no fuera porque, de ser así, todos estaríamos enfermos a la vez ó casi, ya que dichos microbios existen por doquier y, tendríamos que estar totalmente asépticos para librarnos de su efecto. Con ello surgieron las Vacunas, mecanismo de "defensa" preventivo contra esos posibles enemigos que amenazan nuestra integridad en cualquier momento que, desde el siglo pasado, han mermado la energía de la población de ciudadanos de manera pseudo obligatoria causando daños colaterales y disminuyendo la propia energía del individuo y, posteriormente se cree que han sido una de las causas de incremento de alergias de todo tipo que no son más que la predisposición del organismo para ver enemigos ó amenazas que no siempre son reales pero cuya acción defensiva requiere un importante despliegue energético como ocurre con el gasto adicional en defensa cuando hay una amenaza imaginaria de actos terroristas en una nación. Hay un despliegue de defensas pero sin actuación definida pero que crea una inseguridad y tensión manifiesta constante sin objetivo concreto, lo cual no hace sino sensibilizar a las células defensivas más de lo normal sin causa justificada y esto pasa factura al final. ¿Por qué están ahí? Los microorganismos, al fin y al cabo parecen tener la misión, como necrófagos que son, importasnísima en su papel constructivo y benéfico de la naturaleza, de favorecer la digestión de la materia descomponiendo la materia caduca para reintegrarla, después de la transformación de la materia muerta al ciclo natural biológico, al origen de la vida comosustancias aprovechables de nuevo. Y, como la enfermedad es un proceso infeccioso de putrefacción y renovación en el que las eliminaciones en el medio celular aumentan.Por el proceso y esfuerzo de desintoxicación del organismo, aprovechando la debilidad de defensas del organismo enfermo, entran en acción pudiéndose multiplicar en ese cultivo favorable para llevar a cabo su labor de necrófagos,alimentándose de los restos excretados (mucosidades, piel muerta, etc.) y transformando esas sustancias para hacerlas desaparecer. Si es cierto que, en estas condiciones de debilidad, hay que cuidar al paciente para que recupere la energía perdida cuanto antes y desinfectar para no complicar más las cosas ya que, al realizar su labor, estos microorganismos, como se encuentran incondiciones propicias, se multiplicarían en exceso creando un verdadero problema de invasión. Esta invasión no progresará si cuidamos al paciente dejando que sus propias defensas y reacciones naturales eviten su excesiva reproducción (como el aumento de temperatura, fiebre, que impide su reproducción y la labor aumentada de los leucocitos que eliminan el resto) pero este proceso lo veremos en otro tema con más detenimiento. Por tanto es absurdo ensañarse continuamente con estos microorganismos y con detener los síntomas ya interrumpimos, así, el proceso de la naturaleza para recuperar plenamente la salud y cambiar los hábitos que la causaron. Y, desgraciadamente ni el enfermo, ni el médico acaban de entender el verdadero sentido de la enfermedad y la Salud ConclusiónLa Salud es el estado natural armonioso y normal del ser humano. Es el esfuerzo de la naturaleza por expresarse y adaptarse continuamente a los cambios y siempre juega a favor de la vida. Es una, aunque podemos identificarla con diversos síntomas: alegría, relajación, sueño agradable, fuerza y vitalidad, armonía, buen apetito, jovialidad, juego, etc. Es, al fin y alcabo, un estado de equilibrio que, por tanto, es inestable. La Enfermedad es su contrapartida, un estado de rotura del equilibrio, de compensación para tomar conciencia de que tenemos que ayudar a la naturaleza para recuperarlo. Ayuda a liberara al organismo de una situación anormal. Sus síntomas son las alarmas que nos avisan de aquello que se debe revisar ó de que es necesario un descanso.También es una, no hay enfermedades diversas sino síntomas, de la misma manera que no decimos que hay muchas saludes sino que vemos síntomas de salud. Una Aclaración Necesaria Con las afirmaciones expuestas, no queremos menospreciar, ni mucho menos, nuestro sistema sanitario ni el avance de la medicina ya que sus investigaciones nos ayudan a conocer mejor el cuero y su funcionamiento. También son dignas de mención los avances en medicina de acción rápida como es la de urgencias para accidentes, la cirugía que, en la mayoría de los casos ayuda a hecer funcional lo que se daba por perdido. Lo que nos parece que es real es la obcecación por los síntomas sin tener en cuenta al conjunto del individuo como una unidad que pierde el equilibrio y no es apagando los síntomas como se logra sino tomando conciencia de los malos hábitos para corregirlos y consecuentemente volver a recuperarlo, eso es lo que hay que fomentar, evitando que se llegue a males crónicos sin cambiar nada. Por supuesto tampoco estamos de acuerdo con los medicamentos que sólo tiene utilidad en casos de envenenamiento rápido ú operaciones quirúrgicas que, se olvida después aconsejar al paciente eliminar esos "venenos" con un modo de vida correcto. Animamos con este tema a la transformación de la medicina, a esa más humana, consejera que trabaja con la naturaleza y que utiliza medios acordes con la salud y no con la enfermedad y, por supuesto, que deja al paciente la responsabilidad sobre su salud, animándole a cambiar de hábitos y a escuchar a su propio cuero, a entender las señales que desprenden los sintomas para un mejor conocimieno de sí mismos. Para que la enfermedad se considere un aliado y no un enemigo. |
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