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TODOS LOS SERES TIENEN DERECHO A VIVIR Y A MORIR DIGNAMENTE
Geovanny Echeverri Álvarez
El derecho a la vida es del universo de los seres
vivos, pero se ha impuesto la creencia que este solo cobija a hombres y mujeres, y sobre esa base
sub cultural se construyen conceptos que alienan la conciencia individual y
social para imponer criterios salvajes que cimientan acciones de maltrato
animal, la posterior muerte y lo más grave, de forma violenta y con sevicia.
Mucho se habla del respeto por la vida, pero solamente se trata de discursos para justificar que hay acciones en torno a la lucha por el derecho sagrado a vivir, pero la práctica es otra, cada vez crece la muerte a mano del hombre de miles y miles de animales indefensos, los cuales se sabe que son para el consumo humano, pero antes de esto reciben una humillación inclemente y otros, son asesinados sólo por diversión por parte de miembros de las altas esferas sociales que deberían dar ejemplo de protección.
Lastimosamente hoy en día asesinar a un ser viviente parece ser normal, la vida es invaluable así algunos la quiten por un celular o por entretenerse, los padres de la patria deben preocuparse por la salvaguardia de todos los seres vivos y no en empotrarse a todo costo en el poder.
Programas, leyes, decretos, acuerdos y ordenanzas son discutidas y aprobadas día a día que van en defensa de los animales, pero en los entes administrativos no hay prácticas reales que encarcelen, multen y sancionen socialmente a quienes vulneren y zahieran la vida de estos seres.
No tiene justificación que se reúna a miles de personas en una plaza a aplaudir la muerte de un toro luego de maltratarlo; a observar en un circo a un animal que previamente fue golpeado y obligado a pasar hambre sólo para que coadyuve al enriquecimiento de su amo; masacrar o expulsar de los territorios a miles de canes, gatos y otras mascotas para satisfacer las distracciones de la burguesía.
Da grima observar a los indefensos animales que son lastimados o en el proceso de muerte cuando lloran y a través de la mirada hablan, suplican y hasta levantan los extremidades en señal de perdón, exclamando que no les hagan daño, que ellos son parte de la vida y de la sociedad, que son amigos, protectores, compañeros y guías.
La clase dirigente no debe dedicarse solamente a hablar del tema como para salirse del paso, es necesario darle rienda suelta a las políticas públicas ya existentes que procuran por la defensa animal y por el derecho a la vida de todos los seres; las prohibiciones de las corridas y asesinato de toros debe ser universal, las peleas entre los animales deben ser abolidas, impedir el envenenamiento de estos, frenar el uso de piel animal como prenda de vestir, evitar que los semovientes sean forzados a cargar, en fin, debe haber más respeto por todos los seres vivos.
Los exhorto a decir no al masivo exterminio de animales, no a espectáculos públicos donde sean agredidos, a pensar bien en las prácticas alimentarias y a tratar con dignidad a todos los seres, se debe vivir en armonía con la naturaleza para garantizarle un hábitat adecuado a las generaciones futuras.
NOTA: “Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre”.
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