sábado, 29 de enero de 2011

DERECHOS HUMANOS CREDITOS E IRA NACIONAL EN EGIPTO

Trabajo Programado por Gabriel Alberto Restrepo Sotelo es LINTERNA ROJA


 DERECHOS HUMANOS Y CREDITOS
En nuestro tiempo, el termino  DERECHOS HUMANOS, aparece como un concepto mas amplio que la noción de derechos fundamentales, los derechos humanos suelen entenderse como un conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las exigencias de la Dignidad, la Libertad y la Igualdad Humana, las cuales deben ser reconocidas por los Ordenamientos Jurídicos a nivel nacional e internacional, en tanto que con la noción de Derechos Fundamentales, se tiende  a aludir a aquellos Derechos Humanos garantizados por el ordenamiento jurídico constitucional.
A los derechos humanos se suman aquellos derechos y libertades reconocidos en las Declaraciones y Convenios Internacionales, que abarcan también aquellas exigencias mas radicalmente vinculadas al Sistema de Necesidades Humanas.
Los derechos fundamentales, a su vez, poseen un sentido más preciso y estricto, ya que tan solo describen el conjunto de derechos y libertades jurídicas institucionalmente reconocidas y garantizadas por el derecho positivo. Se trata siempre, por tanto, de derechos delimitados espacial y temporalmente, cuya denominación responde a su carácter básico o fundamentador del sistema jurídico político del Estado de Derecho.
Por tanto los derechos fundamentales en algunas ocasiones son regulados, restringidos por algunos estados y para ello se amparan en los estados de excepción, de emergencia económica y por efectos de calamidad publica como la ola invernal que estamos atravesando,  resultando en algunos casos atropellos o vulneración al Derecho Fundamental, por algunas medidas exagerada de algún gobierno y en casos extremos Vulneración a los Derechos Humanos.
Tenemos el caso de los Prestamos Internacionales que ejecuta el BID, aplicando una formula sencilla: Estudia el crédito solicitado por un país provincia, departamento o municipio – Se aprueba el crédito – se estipulan las garantías – y se insertan clausulas que le dicen al Deudor la forma en que invertirá el dinero, a quien contratara para los estudios, como  regulara en su país,  departamento, municipio o provincia, el manejo administrativo de una determinada empresa: exigiendo por ejemplo que la empresa sea entregada a la EMPRESA PRIVADA, desconociendo la regulación fiscal, jurídica e institucional de un determinado estado. Esto al parecer OCURRIO CON UN CREDITO DEL  BID A LA EMPRESA AGUAS Y AGUAS DE PEREIRA, donde al parecer exigieron que el Manejo Administrativo de la Empresa fuera entregado a la Empresa Privada es decir PRIVATIZAR.
Dijimos que los ciudadanos, ya no SOPORTAN MAS IMPUESTOS, desmanes que vulneran los Derechos Humanos y Fundamentales, mentiras de sus gobernantes y mucho menos el Aumento Desmedido de la Corrupción.
Como reflexión podemos dar una mirada a lo que esta pasando en EGIPTO y Observar detenidamente que motivo la OLA DE IRA NACIONAL contra un gobierno al parecer Despótico y Violador de toda clase de Derechos.

Mubarak designa a su primer vicepresidente tras 30 años en el poder
EFE | Mundo Sábado 29 de Enero, 2011 | Hora de creación: 11:46| Ultima modificación: 11:52

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, empujado por las violentas protestas contra el régimen que lidera desde hace casi 30 años, designó hoy por primera vez a un vicepresidente, el general Omar Suleimán, y encargó a otro militar. el general Ahmed Shafiq, que forme un nuevo gobierno.

Durante 30 años, Mubarak ha gobernado Egipto, el país más poblado del mundo árabe, con mano de hierro y actuando en política exterior como mediador de Oriente Medio.

Al igual que otros estadistas árabes, Mubarak fue un militar que cambió las armas por la política.

Nacido en 1928 en el Delta del Nilo, se hizo piloto de combate y en 1973 desempeñó un importante papel durante la guerra del Yom Kipur contra Israel como jefe de la Fuerza Aérea egipcia.

Ocupó ese cargo hasta 1975 cuando el presidente Anuar El Sadat le nombró su vicepresidente. En 1981, el asesinato de Sadat le convirtió repentinamente en presidente.

Desde entonces, el "rais" (presidente en árabe) Mubarak gobernó ininterrumpidamente Egipto durante casi tres décadas en las que se centró en garantizar la seguridad del país y la paz en Oriente Medio, al tiempo que se aseguraba su permanencia en el poder.

Hombre de ideología indefinida y sin un especial carisma, recogió el legado de su antecesor, Anuar El Sadat, con el propósito de convertirse en el gran mediador de Oriente Medio y mantener la paz con Israel.

Con esta política y con la ayuda de Estados Unidos logró labrarse una reputación como estadista y convertirse en el aliado de Occidente en la región.

En el interior del país, ejerció un control férreo, ayudado por la Ley de Emergencia, vigente durante todo su mandato.

Dicha ley adquirió justificación cuando con ella se logró contener la ola de terrorismo islámico que sacudió Egipto en los años 90, pero también le sirvió a Mubarak para barrer la oposición política a su régimen.

Con la excusa de la lucha contra el terrorismo, la Ley de Emergencia permitió suspender las libertades de prensa y asociación, amplió los poderes de los órganos de seguridad y anuló derechos civiles y políticos como el derecho a la huelga, o a ser asistido por un abogado en caso de ser detenido.

En materia económica, Mubarak continuó con la liberalización económica, pero sin tocar los subsidios a los productos básicos para garantizarse la paz social.

Egipto vivió durante años una etapa de estabilidad política y económica en la que las elecciones se redujeron a una ratificación del gobernante Partido Nacionalista Democrático (PND).

Sin embargo, poco a poco, la falta de libertades políticas, la corrupción, las crecientes diferencias sociales y la pobreza (cerca del 40% de los 80 millones de egipcios viven con menos de dos dólares al día, según estadísticas internacionales) hicieron que las fuerzas de oposición fueran ganando terreno.

Progresaron en especial los Hermanos Musulmanes, un grupo ilegalizado pero semitolerado por el Gobierno. La represión del islamismo y el empeño de Mubarak en mantener la paz con Israel, también le valieron la enemistad de muchos egipcios

En 2005, Mubarak -presionado, al parecer, por EEUU- dio señales de una tímida apertura y permitió la concurrencia de varios candidatos a las elecciones presidenciales, una novedad, teniendo en cuenta que hasta entonces él era el único candidato y era elegido mediante un plebiscito.

Así, en las elecciones presidenciales de 2005, los egipcios tuvieron la posibilidad de votar a otro presidente, aunque el 88,5 de los que acudieron a las urnas (sólo votó el 23 por ciento del electorado) optaron por seguir con Mubarak.

En las elecciones parlamentarias celebradas a finales de 2005, sin embargo, los Hermanos Musulmanes -que se presentaron como independientes- obtuvieron un histórico 20%.

Cinco años después, en diciembre de 2010, el partido de Mubarak volvió a ganar los comicios legislativos con 420 escaños, los independientes obtuvieron 70 y la oposición integrada por varios partidos se hizo con catorce.

El pasado 25 de enero, empezó en Egipto una ola de protestas -inspiradas en la revuelta de Tunez y convocadas vía internet- en demanda de reformas políticas y económicas y de la dimisión de Mubarak.

Mubarak ha impuesto el toque de queda y en su discurso más reciente ha anunciado el cambio de gobierno y prometido reformas, pero no ha expresado ninguna intención de abandonar el poder.

En estos 30 años, Mubarak sufrió varios atentados y desde hace un par de ellos se viene especulando con la posibilidad de que esté preparando a su hijo Gamal para colocarlo como su sucesor.

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Mubarak nombra a un vicepresidente, pero siguen las protestas

 

 


Pie de foto: Mubarak nombra a un vicepresidente, pero siguen las protestas (reuters_tickers)
EL CAIRO (Reuters) - El presidente de Egipto dio el sábado el primer indicio de que podría estar preparando un traspaso de poder nombrando a un vicepresidente por primera vez en 30 años después de unas protestas que han sacudido los cimientos del Estado.

La decisión de Hosni Mubarak de elegir como su número dos a Omar Suleiman, jefe de los servicios de inteligencia y hombre de confianza, supone la primera ocasión en la que el líder de 82 años ha sugerido un plan de sucesión y que podría indicar que no se presentará a las elecciones previstas para septiembre.

Suleiman, de 74 años, ha sido determinante en algunas áreas políticas clave, como el conflicto palestino-israelí y las relaciones de Egipto con su aliado y donante clave Estados Unidos. Hasta ahora pocos habían dudado de que Mubarak seguiría en el gobierno o que traería a un sucesor en la forma de su hijo Gamal, de 47 años.

Además, el ex ministro de Aviación Civil y jefe de la Fuerza Aérea egipcia Ahmed Shaquif fue nombrado primer ministro y deberá formar un nuevo gabinete.

El sábado, miles de egipcios furiosos desafiaron el toque de queda y salieron a las calles para insistir en sus demandas de dimisión al presidente Mubarak.

El Ejército advirtió de que cualquiera que permaneciera en la calle después de las 4 p.m. (14:00 GMT) estaría en peligro, pero la hora pasó y las protestas continuaron en el centro de El Cairo y en la ciudad portuaria de Alejandría, dijeron testigos.

Los soldados no intervinieron y parecían relajados mientras charlaban con algunos manifestantes que incluso se subieron a los tanques, agregaron los testigos.

En el quinto día de protestas sin precedentes contra el régimen de 30 años de Mubarak, parecía cada vez más posible que el Ejército se hiciera con la llave del futuro de la nación.

Los manifestantes, muchos de ellos jóvenes y estudiantes pobres, se quejan por la represión, la corrupción y la falta de oportunidades económicas bajo el mandato de Mubarak, y han prometido seguir con las protestas hasta que este dimita.

Los disturbios, que se producen tras el derrocamiento hace dos semanas del presidente de Túnez Zine al- Abidine Ben por una revuelta popular, han impactado a todo Oriente Próximo, donde otros Gobiernos autocráticos afrontan desafíos similares.

Miles de personas se concentraron en la plaza Tahrir de El Cairo el sábado, ondeando banderas egipcias y levantando los brazos al aire al unísono, mientras pedían a gritos que el presidente sea llevado a juicio.

Los soldados no hicieron ningún intento por disolver la protesta y los manifestantes les animaron a apoyar su causa.

Esta imagen contrastó con la del viernes, cuando la policía disparó gases lacrimógenos y balas de goma, mientras los manifestantes lanzaban piedras.

Aunque a la policía se la teme generalmente como un instrumento de represión, al Ejército se le considera una institución nacional.

EL EJÉRCITO ES CLAVE

Una experta en Oriente Próximo, Rosemary Hollis, de la London's City University, dijo a Reuters que el Ejército ahora tenía que decidir si posicionarse al lado de Mubarak o del pueblo.

"Es uno de esos momentos en que, como en la caída del comunismo en Europa del Este, puede que dependa de decisiones individuales de los generales y de los soldados si deciden disparar contra la multitud o no".

Al menos 74 personas habían muerto en las protestas según una recopilación hecha por Reuters basándose en declaraciones de fuentes médicas, hospitalarias y testigos.

En Alejandría, la policía usó gases lacrimógenos y munición contra los manifestantes a primera hora del sábado.

La televisión Al Yazira informó de que la policía abrió fuego contra los manifestantes que trataban de irrumpir en el Ministerio del Interior en El Cairo, matando a tres personas, aunque esta información no pudo ser confirmada.

No había cifras oficiales, aunque fuentes médicas dijeron que al menos 1.030 personas resultaron heridas en El Cairo.

Edificios del Gobierno, incluyendo las oficinas del partido gobernante, estaban aún en llamas el sábado por la mañana, después de haber sido incendiados por manifestantes que desafiaron el toque de queda para atacar los símbolos del mandato de Mubarak.

Además de en El Cairo y Alejandría, también había protestas en Suez, lugar estratégico por su canal.

Mubarak, aliado clave de Estados Unidos, ha estado en el poder desde el asesinato en 1981 del presidente Anuar Sadat a manos de soldados islámicos y todavía gobierna bajo las leyes de emergencia. En un discurso emitido el viernes en televisión prometió atender las demandas de los egipcios, pero dejó claro que pretendía seguir en el poder.

Hasta ahora, el movimiento de protestas parece no tener un líder claro ni organización, incluso para el caso de que Mubarak decidiera abrir el diálogo.

El destacado activista Mohamed ElBaradei, Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la agencia nuclear de la ONU, regresó a Egipto desde Europa para unirse a las protestas. Pero muchos egipcios sienten que no ha pasado tiempo suficiente en el país.

El sábado pidió la dimisión de Mubarak en una entrevista con la televisión France 24 y dijo que éste debería fijar un marco para una transición como única forma de poner fin a los disturbios.

"Hay consenso en Egipto, en cada parte de la sociedad, de que este régimen es una dictadura, que ha fracasado en atender los frentes económico, social y político", dijo.

Los Hermanos Musulmanes, un grupo islamista de oposición, también ha permanecido en la sombra, aunque varios de sus altos cargos han sido rodeados. El Gobierno los ha acusado de planear explotar las protestas.

El despliegue de los soldados para ayudar a la policía mostraba que Mubarak todavía tiene el apoyo del Ejército, la fuerza más poderosa del país. Pero cualquier cambio entre los generales podría sellar su destino.

BURLAS A MUBARAK

Los manifestantes en la plaza Tahrir se burlaban de que Mubarak hubiera expulsado a su gabinete y lo calificaban como un gesto vacío.

Mahmud Mohamed Imam, un taxista de 26 años, declaró: "Todo lo que dijo (Mubarak) fueron promesas vacías y mentiras. Designó a un nuevo gobierno de ladrones, se va un ladrón y llega otro para saquear el país".

"Ésta es la revolución del pueblo que está hambriento, ésta es la revolución del pueblo que no tiene dinero contra aquellos con mucho dinero".

También representan un dilema para Estados Unidos. Mubarak, de 82 años, ha sido un aliado cercano de Washington y receptor de ayuda estadounidense durante décadas, justificando su mandato autocrático en parte por la presencia del extremismo islámico.

Egipto tiene un papel importante en el proceso de paz de Oriente Próximo y fue la primera nación árabe en firmar un acuerdo de paz con Israel.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que había hablado con Mubarak poco después de su discurso del viernes y lo exhortó a cumplir con sus promesas de reformas. Responsables estadounidenses indicaron que Washington podría reconsiderar el envío de fondos de ayuda por valor de 1.500 millones de dólares.

El sábado, el rey Abdulá de Arabia Saudí expresó su apoyo a Mubarak, según informó la oficial Saudí Press Agency (SAP).

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, pidió el fin de la violencia en Egipto y la liberación de los prisioneros políticos.

Reuters

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