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Comentario del Director:
Se extraña la mente, y piensa el conciente, que pocas veces se habla del CUERPO BOMBERIL, no se da la importancia que tienen los Hombres y Mujeres dedicados a este valioso e invaluable servicio y arte de prevenir o apagar incendios.
La dedicaciòn y espíritu de estos servidores de la patria, debe ser RECONOCIDO Y VALORADO en Colombia como lo hacen en otros países entre ellos los Estados Unidos de Norte América, donde pertenecer al Cuerpo Bomberil es un Honor, se remunera bien por parte del Gobierno y se destinan las PARTIDAS PRESUPUESTALES necesarias para su funcionamiento y practica de un buen servicio, contando por tanto con Buenos Vehículos, uniformes, plantas de emergencia, Hidrantes suficientes en la ciudad para ser utilizados en caso de conflagración.
Los cuerpos de Bomberos de Colombia deben ser mirados como algo tan indispensable, que debe incluirse con partidas Presupuestales suficientes en los PLANES DE DESARROLLO de cada municipio y en el Plan de Desarrollo Nacional de Colombia, contemplados en el programa base de Planeaciòn Nacional, y de no hacerlo los Alcaldes, Gobernadores y Presidente de la República, elevar esta actitud a Negligencia Administrativa y cursar queja a los Entes de Control para la correspondiente Investigación Administrativa.
Los periodistas de LINTERNA ROJA, felicitan al compañero SEBASTIAN ARIAS VILLA por escribir sobre los ilustres Bomberos de la ciudad de Pereira y de igual manera FELICITA Y HONRA A LOS BOMBEROS DE COLOMBIA POR SU ALTRUISTA LABOR.
Entre la vida y la muerte
Sebastián Arias Villa
Lic. En comunicación e informatica educativa
Lic. En comunicación e informatica educativa
En medio de emergencias y sirenas transcurren las horas en el cuartel de la estación de Bomberos de Pereira, esperando el llamado de los ciudadanos.
Emergencias o anuncios a lo que hay que acudir con angustia y nerviosismo u otros. Muchas veces llaman para incomodar y ocupar las líneas de emergencia con bromas, como por ejemplo: “Bombero apágame este incendio que estoy muy caliente” o la que todos los días llama preguntando la hora; esto causa gracia y a la vez enojo entre los bomberos, que en ese momento atienden las llamadas y comentan la broma entre sus colegas, en medio de risas y gestos se rompe la tensión que hay en el ambiente. Los bomberos están siempre listos para salvar vidas o enfrentar el peligro.
En un trabajo tan hostil y rudo se encuentra involucrada una mujer. Una mujer dispuesta al servicio. Además es la oficial de servicio, así es, Gloria María Londoño más conocida como la cabo Gloria entre sus colegas, es la encargada de que todo funcione bien en el cuartel cuando está al mando, al control del turno. Dirige al personal, atiende los diferentes llamados y emergencias que se presentan en la ciudad de Pereira.
Es la guía en la calma y en los momentos de servicio a la comunidad.
Hace 20 años la cabo Gloria nunca se imaginó en llegar a ser bombera, pero sí en ayudar a la comunidad “Quise pertenecer a la Cruz Roja o a la Defensa Civil pero ninguna de estas dos entidades cumplieron mis expectativas, en Santa Rosa, que es mi ciudad de origen se me presentó la oportunidad de entrar a los bomberos y 20 años después aún sigo aquí”.
Muchas son las situaciones vividas, Gloria recuerda: “Hay momentos tristes como lo son la perdida de compañeros, como la del teniente Ricardo Posada y que era para mí como un hermano una persona de la cual aprendí mucho”.
Y ella sigue contando: “Es difícil tener a cargo un grupo de personas y más de hombres, pero con mucho esfuerzo, dedicación, entrenamiento y mucha compresión se aprende a manejar un grupo de personas.
A lo largo de mi carrera he tenido muchas historias y anécdotas, una de las que más recuerdo es la del terremoto del 99, ese día me hice la prueba de embarazo para esa fecha había mucho trabajo por tanta emergencia que ocasionó el terremoto, dos meses seguidos de ardua labor guardando el secreto de mi embarazo, ya que si se enteraba el superior era más que seguro que obligaría a suspender las labores.
De igual manera hay momentos alegres, al sentir día a día que se ayuda a la comunidad y más a la hora de rescatar a las personas que se vieron involucradas en un accidente pero es aún más gratificante salvarle la vida a un niño”. Ella relata y es como si al contarlo, se viera reflejado el amor que siente por portar un uniforme, estar a la espera, o en medio de situaciones calamitosas
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A veces se torna duro el trabajo ya que el machismo de la sociedad se apodera de muchos y se sienten frustrados al saber que una mujer es una líder. Me cuenta de modo confesional: “En ese sentido si nos falta mucho por apagar el incendio del machismo y cambiar el modo de pensar, ya que las mujeres tenemos los mismos derechos y las mismas habilidades que los hombres”.
A veces se torna duro el trabajo ya que el machismo de la sociedad se apodera de muchos y se sienten frustrados al saber que una mujer es una líder. Me cuenta de modo confesional: “En ese sentido si nos falta mucho por apagar el incendio del machismo y cambiar el modo de pensar, ya que las mujeres tenemos los mismos derechos y las mismas habilidades que los hombres”.
Gloria, en sus labores, siente una gran conexión con la ciudad. Los bomberos cumplen una labor de respaldo a los otros, ayudan, remedian, salvan, está atentos a lo que se genere: “El ser bombero es una labor de mucho compromiso, muchas veces desde lo más alto de la ciudad miro las dimensiones que tiene esta y me pone a pensar lo grande que es y a la vez lo difícil que es tener tanta cobertura, pero también está la preocupación de fallar en un rescate u operación y saber que no podemos cumplir me da miedo defraudar a las personas”.
Los bomberos a veces sienten un menosprecio social, los ven como silentes ciudadanos, apocados, así dice la cabo: “no valoran el trabajo que realizamos, ya que es una labor de alto riesgo, muchas veces salimos pero no sabemos si regresamos”.
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