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VIERNES, 25 DE ENERO DE 2008
¿EL FIN DE LA IGLESIA CATÓLICA?
¿EL FIN DE LA IGLESIA CATÓLICA?
El 19 de abril del 2005, cuando se vio la fumata blanca en la plaza san pedro, y cuando el mundo supo por fin, el nombre del nuevo Papa que suplantaría al recientemente fallecido, Juan Pablo II, muchos recordaron nuevamente las aquellas profecías que hablaban sobre el fin de la Iglesia Católica.
Aquellos apocalípticos de la cristiandad recordaban diversas profecías desde San Malaquías hasta Nostradamus y alguna que otras visiones marianas como las sucedidas en Fátima, en donde tres niños, Lucía, Francisco y Jacinta, señalaron haber recibido un mensaje de la propia Virgen María, advirtiendo un terrible futuro para su Iglesia.
San Malaquías
Este santo de origen irlandés escribió en 1140 las llamadas “Profecías de los Papas”, que constaba de la relación de 112 pontífices, desde Celestino II (1143-1144) hasta aquel que gobernaría el fin de los tiempos. Como se sabe, en las profecías de San Malaquías no estaban claramente establecidos los nombres de los Papas, sino, una frase con la que supuestamente estarían íntimamente relacionados. Los expertos e investigadores, creyentes de que las visiones de San Malaquías son ciertas, aún se sorprenden por la exactitud de las frases en relación con los escogidos. No obstante, sus detractores cuestionan la ambigüedad de sus palabras indicando que cualquiera puede conectarse de alguna u otra manera, con las frases que el santo escribió.
Sea como fuere, San Malaquías contempló que habría 112 pontífices antes del Fin del Mundo, aunque en este punto, también existen diferencias entre los creyentes, pues unos sugieren que las profecías no se referiría al Fin del Mundo, como apocalípticamente uno podría considerar sino, del Fin de la Iglesia Católica Romana.
Es este el sentido que le daremos a este artículo.
San Malaquías nos dice pues, que luego del Papa número 111 que describe con la frase “De la Gloria del Olivo”, y que supuestamente estaría conectada con Benedicto XVI (esto afirman, pues la orden de los benedictinos son conocidos como los olivetanos), vendría un nuevo Papa, llamado Pedro El Romano.
Este nombre, a parte de ser el último de la lista, sorprende por la extensión con que es descrita, a diferencia de los anteriores que no sobrepasaban las cinco palabras, este último Papa cuenta con una descripción más completa. San Malaquías nos dice:
“Durante la persecución final de la Santa Iglesia de Roma reinará, Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas [Roma] será destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo. Fin.”
Para muchos, esta rase hace referencia exacta de una posible guerra o conflicto que tendría lugar en Europa y que viéndose Roma afectada, el Santo Padre tendría que abandonar la ciudad del Vaticano. Este sería para San Malaquías el fin de la Iglesia Católica, tal y como la conocemos.
Según Nostradamus
En este punto resulta curioso que Nostradamus, el mítico profeta francés del siglo XVI, coincidiera con esta profecía. Nostradamus nos dice:
“Por el poder de los tres Reyes temporales,
A otro lugar será transferida la Santa Sede,
Donde la sustancia del espíritu corpóreo,
Será repuesta y recibida por verdadera sede.”
Para muchos, esta centuria estaría íntima y sorprendentemente ligada con la visión de San Malaquías. Acá Nostradamus nos habla también de una “mudanza” o cambio de locación de la Santa Sede, así como también, refiere a los “tres Reyes temporales”, que muchos estiman refieren a tres presidentes (son gobernantes temporales) que llevarán a cabo un gran conflicto internacional.
Papa Pío X y Fátima
Así también, nos encontramos con dos visiones, digamos mucho más funestas y terribles para la Iglesia Católica, la primera es la del Papa Pío X, y la otra sería el conocidísimo Tercer Secreto de Fátima.
Cuenta la historia que el Papa Pío X, comentó que había tenido una visión en donde veía a un Santo Padre, (no sabía si se trataba de él), que abandonaba la ciudad de Roma y que en su huida, pisoteaba los restos y cadáveres de sacerdotes y creyentes.
Así también, el Tercer Secreto de Fátima dice lo siguiente:
“…Y vimos en una inmensa luz que es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones…”
Para muchos, esto habla claramente de la destrucción de la ciudad de Roma y el fin de la Iglesia Católica reflejado en el fin del Sumo Pontífice y su grey.
No obstante, en este punto, el traductor de esta visión, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI, señaló que esta visión en particular refería no a un fin de la Iglesia Católica sino, a la historia de la Iglesia, en tanto que el Sumo Pontífice representa a la Iglesia y los muertos y la destrucción hablarían del martirio de los cristianos a lo largo de su historia.
Sea como fuere, las coincidencias entre una y otras profecías, continúan dando pie a que diversos apocalípticos anuncien como cierta la proximidad del Fin del catolicismo por lo menos, tal y como lo conocemos en la actualidad.
Aquellos apocalípticos de la cristiandad recordaban diversas profecías desde San Malaquías hasta Nostradamus y alguna que otras visiones marianas como las sucedidas en Fátima, en donde tres niños, Lucía, Francisco y Jacinta, señalaron haber recibido un mensaje de la propia Virgen María, advirtiendo un terrible futuro para su Iglesia.
San Malaquías
Este santo de origen irlandés escribió en 1140 las llamadas “Profecías de los Papas”, que constaba de la relación de 112 pontífices, desde Celestino II (1143-1144) hasta aquel que gobernaría el fin de los tiempos. Como se sabe, en las profecías de San Malaquías no estaban claramente establecidos los nombres de los Papas, sino, una frase con la que supuestamente estarían íntimamente relacionados. Los expertos e investigadores, creyentes de que las visiones de San Malaquías son ciertas, aún se sorprenden por la exactitud de las frases en relación con los escogidos. No obstante, sus detractores cuestionan la ambigüedad de sus palabras indicando que cualquiera puede conectarse de alguna u otra manera, con las frases que el santo escribió.
Sea como fuere, San Malaquías contempló que habría 112 pontífices antes del Fin del Mundo, aunque en este punto, también existen diferencias entre los creyentes, pues unos sugieren que las profecías no se referiría al Fin del Mundo, como apocalípticamente uno podría considerar sino, del Fin de la Iglesia Católica Romana.
Es este el sentido que le daremos a este artículo.
San Malaquías nos dice pues, que luego del Papa número 111 que describe con la frase “De la Gloria del Olivo”, y que supuestamente estaría conectada con Benedicto XVI (esto afirman, pues la orden de los benedictinos son conocidos como los olivetanos), vendría un nuevo Papa, llamado Pedro El Romano.
Este nombre, a parte de ser el último de la lista, sorprende por la extensión con que es descrita, a diferencia de los anteriores que no sobrepasaban las cinco palabras, este último Papa cuenta con una descripción más completa. San Malaquías nos dice:
“Durante la persecución final de la Santa Iglesia de Roma reinará, Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas [Roma] será destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo. Fin.”
Para muchos, esta rase hace referencia exacta de una posible guerra o conflicto que tendría lugar en Europa y que viéndose Roma afectada, el Santo Padre tendría que abandonar la ciudad del Vaticano. Este sería para San Malaquías el fin de la Iglesia Católica, tal y como la conocemos.
Según Nostradamus
En este punto resulta curioso que Nostradamus, el mítico profeta francés del siglo XVI, coincidiera con esta profecía. Nostradamus nos dice:
“Por el poder de los tres Reyes temporales,
A otro lugar será transferida la Santa Sede,
Donde la sustancia del espíritu corpóreo,
Será repuesta y recibida por verdadera sede.”
Para muchos, esta centuria estaría íntima y sorprendentemente ligada con la visión de San Malaquías. Acá Nostradamus nos habla también de una “mudanza” o cambio de locación de la Santa Sede, así como también, refiere a los “tres Reyes temporales”, que muchos estiman refieren a tres presidentes (son gobernantes temporales) que llevarán a cabo un gran conflicto internacional.
Papa Pío X y Fátima
Así también, nos encontramos con dos visiones, digamos mucho más funestas y terribles para la Iglesia Católica, la primera es la del Papa Pío X, y la otra sería el conocidísimo Tercer Secreto de Fátima.
Cuenta la historia que el Papa Pío X, comentó que había tenido una visión en donde veía a un Santo Padre, (no sabía si se trataba de él), que abandonaba la ciudad de Roma y que en su huida, pisoteaba los restos y cadáveres de sacerdotes y creyentes.
Así también, el Tercer Secreto de Fátima dice lo siguiente:
“…Y vimos en una inmensa luz que es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones…”
Para muchos, esto habla claramente de la destrucción de la ciudad de Roma y el fin de la Iglesia Católica reflejado en el fin del Sumo Pontífice y su grey.
No obstante, en este punto, el traductor de esta visión, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI, señaló que esta visión en particular refería no a un fin de la Iglesia Católica sino, a la historia de la Iglesia, en tanto que el Sumo Pontífice representa a la Iglesia y los muertos y la destrucción hablarían del martirio de los cristianos a lo largo de su historia.
Sea como fuere, las coincidencias entre una y otras profecías, continúan dando pie a que diversos apocalípticos anuncien como cierta la proximidad del Fin del catolicismo por lo menos, tal y como lo conocemos en la actualidad.
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