domingo, 10 de abril de 2011

GRAN MAESTRE MAXIMO E CALDERON .-.

En Octubre de 2007 se daba a conocer una gran noticia acerca de los Templarios. Cuando la historiadora Bárbara Frale halló aquel pergamino celosamente escondido en el Vaticano, la leyenda maldita de estos monjes-soldados dio un giro inesperado.
La Orden del Temple fue creada para proteger Tierra Santa y multitud de caminos, por los cuales, peregrinos de gran parte del mundo llegaban a ella. Estos monjes al controlar dichas zonas obtenían considerables riquezas y prestigio en toda la comunidad cristiana y Felipe IV de Francia, apoderado por la envidia, destruyó la Orden para adueñarse de sus riquezas y eliminar las influencias que éstos tenían en Europa y Oriente Próximo.
También, se vio involucrado en todo este trajín, el Pontífice Clemente V, en este caso, como responsable de las acusaciones y torturas propinadas a los Templarios.
Fue así tan cruda la historia que el último Gran Maestre templario - Jaques de Molay cuando fue llevado a la hoguera, junto a otros muchos de los suyos, acertó decir una profecía que no tardaría en consumarse. De hecho, al poco tiempo, el Rey y el Papa murieron en circunstancias extrañas.
Sin embargo, el nuevo descubrimiento del pergamino de Chinon titulado por el Vaticano  “Processus contra Templarios”aclara que ocurrió realmente.
En el documento el Papa readmitía a los Templarios con el fin, a posteriori, de unirlos con los Hospitalarios, pero la dura lucha entre Francia y el papado provocó que esta absolución quedara en el olvido. La Iglesia, por su parte, tuvo que aliarse con Francia para evitar el peligro de su propia supervivencia.
A la luz de estos acontecimientos, este documento daría fe de que esta orden religiosa y militar fue injustamente tratada y todas sus acusaciones son falsas, devolviéndose así su absolución y honor.
*- EL ORIGINAL DE ESTE DOCUMENTO, PUEDE VERSE EN: http://asv.vatican.va/es/doc/1308.htm

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