Espaldarazo de la Cámara de Diputados de Argentina al proyecto de ley de identidad de género, aprobado por 167 votos a favor, 17 en contra y 7 abstenciones, y que fue defendido por la diputada Vilma Ibarra, de Nuevo Encuentro, una de las políticas que con más ahínco defienden los derechos LGTB en América Latina.
Ibarra explicó en qué consistía el proyecto de ley. “Estamos discutiendo la diferencia entre sexo y género, donde el género es mucho más abarcativo, de acuerdo con lo recogido en fallos que sentaron jurisprudencia y de acuerdo con planteos de las organizaciones de derechos humanos. A veces la identidad de género no coincide con el sexo que le fue asignado en la partida de nacimiento”, afirmó. El debate se calentó cuando un grupo de diputados reclamó la intervención judicial en caso de menores de edad. No lo consiguieron por lo que se refiere a la modificación de los datos registrales y en el acceso a tratamientos hormonales, aunque la mayoría sí aceptó introducir el requisito para la cirugía de reasignación. La votación de los artículos polémicos fue menor que la votación general, pero no modificó la tendencia mayoritaria (117 a votos favor, 51 en contra y 9 abstenciones). El proyecto alcanzó media sanción y pasa ahora a ser discutido por el Senado.
El proyecto de ley de identidad de género argentino es, como hemos adelantando en ocasiones anteriores, especialmente avanzado. Permitirá a toda persona mayor de 16 años solicitar la rectificación del nombre, el sexo y la imagen registral en todos los registros públicos en los que figuren tales datos y “en ningún caso será requisito acreditar intervención quirúrgica por reasignación genital total o parcial, ni acreditar terapias hormonales ni ningún tratamiento psicomédico”. El proyecto establece además que todas las personas mayores de 18 años podrán “solicitar intervenciones quirúrgicas a fin de adecuar su genitalidad a su identidad de género autopercibida, al igual que la obtención de tratamientos integrales necesarios para su salud, que incluyen la cirugía de reasignación sexual no genital parcial, en todos los hospitales públicos del país”.
Se presenta proyecto en Bolivia
La aprobación por la Cámara de Diputados argentina tiene lugar pocos días después de que en la vecina Bolivia la agrupación Trans Red Bolivia (Trébol) presentara también un proyecto de ley de identidad de género que permitiría en caso de ser aprobado a las personas transexuales la rectificación de sus datos registrales. Se trata de una iniciativa legislativa ciudadana que esperamos sea bien acogida por la Asamblea Legislativa de Bolivia, cuya Constitución prohíbe expresamente en su artículo 14 la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
Por lo pronto, la viceministra de Igualdad de Oportunidades, Gardy Costas, ha declarado que “conozco el proyecto, es una medida que está solicitando (el colectivo transexual), pero dependerá de la Asamblea Legislativa, aunque ya la Constitución Política del Estado reconoce esos sus derechos”.

http://www.telam.com.ar/nota/8971/

"La ley de identidad de género apunta a ampliar los derechos", aseguró Garré

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, opinó que el proyecto de ley de identidad de género, aprobado hoy en Diputados, apunta a una ampliación de derechos que tiene su correlato en disposiciones tomadas en su cartera para los miembros de las fuerzas de seguridad y los detenidos.
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"Es una ampliación de derechos, una construcción de ciudadanía en la que estamos empeñados en el Gobierno Nacional", dijo la ministra durante las Primeras Jornadas sobre Seguridad Integral y Democracia.

Garré valoró "el derecho de cada ser humano a ser quien es, y que se respete esa identidad sexual autopercibida a través de facilitarle sus condiciones laborales".

La ministra condenó las prácticas discriminatorias. "Sabemos que eso ocurre, que las personas que tienen ese tipo de problemas sufren agravios y lesiones", dijo.

Remarcó al respecto que "la presidenta Cristina Fernández de Kirchner siempre repite que, permanentemente y en cada acto de gobierno, de gestión, que hay que seguir ampliando derechos en la ciudadanía, permitiendo que la gente viva libremente en su identidad sexual".

"Esta es una acción que deberá estar comunicada también a los gobiernos de las provincias. Todos deberíamos hacer las normas, las resoluciones que permitan vivir libremente en la Argentina", señaló Garré.

La ministra dijo finalmente que "a las personas que vayan a requerir algún tipo de atención, también los detenidos, las instituciones deben ponerse al servicio de las personas".

"Yo creo que acá hay temas que se van instalando gradualmente, pero es importante el diálogo y concientización de las características de la sociedad y respetar los derechos humanos de cada uno", concluyó.
 
 
 
Santiago Estrella Garcés /EL COMERCIO
 
En la madrugada del domingo pasado, el taxista Marcelo Tagliaferro, había llevado a Marisol Pereyra a la casa de una amiga a quien no había visto desde hace muchos años. Le había propuesto salir a tomar algo y Marisol le había dicho, según Tagliaferro que se lo iba a proponer a Bárbara Santos
Al timbrar en la puerta de la casa ubicada en la ciudad de La Plata, la recibió un hombre. Minutos más tarde, según el taxista, ese mismo hombre salió, golpeó en la ventana del automóvil, y le dijo “Flaco, andá, que después llama a otro remís (taxi)”. Al día siguiente se conoció la noticia de algo que conmociona aún a todo un país: el cuerpo de cuatro mujeres asesinadas a fuerza de cuchillo.
Hasta ahora, las investigaciones apuntan al novio de Bárbara, Osvaldo Martínez, quien ha negado ser el autor del cuádruple femicidio, en el que pereció Bárbara (29 años), su madre (Susana De ttole, de 63), su hija (Micaela Galle, 11) y su amiga Marisol.
El hecho alertó nuevamente a Argentina sobre la alta tasa de femicidios. Según un informe del Observatorio de Femicidios de la ONG Casa del Encuentro, en lo que va del año una mujer ha sido asesinada cada 30 horas. Hasta octubre del 2011, 237 fueron víctimas mortales de la violencia de género. El número revela un crecimiento del 10% respecto al mismo período en 2010.
La situación parece una paradoja en una Argentina que ha tenido desde el Estado, sanciones de leyes altamente progresistas hacia la mujer como la Ley de Identidad de Género, que recibió el miércoles media sanción en la Cámara de Diputados (falta Senado). Sin embargo, reposan en el archivo leyes sobre el femicidio que flotó repentinamente luego de cometerse el cuádruple crimen de La Plata.
La senadora de Entre Ríos, Blanca Osuna, advirtió sobre el oportunismo de la Cámara. “Parece responder más a una reacción al lamentable asesinato de cuatro mujeres en La Plata, que a la seriedad y profundidad que el tratamiento legislativo que la violencia de género merece”, dijo.
Femicidio es la palabra que debe usarse y no el calificativo de ‘crimen pasional’, como se estila. “Es la muerte que tiene la mujer por el hecho de ser mujer. Para querer a alguien no hay que hacerla sufrir. El fondo del femicidio es la máxima intención de control aunque sea a costa de matarla porque se considera dueño de ella”, dice Irene Castillo, del Grupo de Estudios Sociales.
“Más del 60% de los femicidios es realizado por personas del entorno íntimo, que tienen o tuvieron relaciones sentimentales con las víctimas: esposos, ex maridos, novios, amantes. De cómo matan los varones y matan las mujeres, es algo que debe entenderse. Las mujeres matan solo un 5%, los varones matan a mujeres, hijos, hermanas, amigas”, añade Castillo.
Los datos son más estremecedores cuando se toma en cuenta a las otras víctimas. Según el informe, 283 niños o adolescentes se quedaron sin madres: son víctimas directas de la violencia doméstica.
Hace dos semanas, Tomás Dameno Santillán, de nueve años, salía de su escuela en la ciudad de Lincoln (320 km al oeste de Buenos Aires). Se subió a un auto que a una cuadra pasaba por allí. Todo parecía normal, pero se lo declaró desaparecido. Pocos días después, su cuerpo apareció muerto. Su defensa contra los golpes de una pala fue inútil. La indignación en el pueblo fue mayor aún cuando todas las sospechas recaían sobre Adalberto Cuello, quien fuera pareja de la madre de Tomás, Susana Leonor Santillán.
La indignación en Lincoln fue mayor aún cuando, desaparecido aún el niño, el propio Cuello participaba de las marchas de la gente reclamando eficacia policial para encontrar a Tomás.
El Congreso y su despedida

En una larga sesión de despedida de la Cámara de Diputados se aprobó  una serie de proyectos de ley, de los cuales tres traerán más de una polémica: la ley de identidad de género, muerte digna y fertilización asistida. Esta instancia  se renovará a partir del 8 de este mes cuando también reasuma    Cristina Fernández.

Por una amplia mayoría (117 contra 17), se dio media sanción a la Ley de Identidad de Género que habilita a las personas a elegir el género. Podrá modificar su documento sin necesidad de intervención judicial, pericias psiquiátricas o cirugía de cambio de sexo, ni siquiera tratamiento hormonal.  Solo basta la solicitud del interesado, aunque ahora deberá esperar la sanción   del Senado.

“Es una ley que iguala a uno de los sectores más discriminados de la sociedad”, dijo la diputada Vilma Ibarra, la promotora de esta Ley. “Discutimos la diferencia entre sexo y género. Género es mucho más abarcativo”. 

La muerte digna para enfermos terminales es una Ley que recibió un acuerdo para acortar su debate para acelerar la media sanción. Mientras tanto, el debate por obligar a los seguros médicos a tratar dentro de los planes la fertilización asistida, debió   suspenderse.

  Nicaragua aprueba prisión por hasta 30 años

El Parlamento de Nicaragua aprobó este miércoles  una ley que penaliza la violencia contra las mujeres, la cual tipifica el femicidio y lo castiga con   hasta 30 años de prisión, pena máxima en este país centroamericano.

La ley, de 65 artículos, que fija una serie de sanciones y penas para los agresores de mujeres, fue aprobada en lo general en   plenaria con 68 votos a favor, 10 abstenciones y ninguno en contra, de los diputados presentes en el Congreso de 92 escaños.

La nueva legislación define el femicidio como “la expresión máxima de la violencia de género a manos de personas con las que la mujer se halle o estuviese ligada por relación de consanguinidad, afinidad, cónyugues, ex cónyugues, novios, ex novios”, entre otros.

El femicidio será castigado con penas de entre 20 y 30 años de prisión y está incluido por primera vez en la legislación penal, que antes sancionaba esas muertes como un delito común, al igual que otros tipos de violencia intrafamiliar.

Según datos oficiales, reseñados en la iniciativa,       89 mujeres fueron asesinadas en el 2010, entre ellas nueve niñas.  AFP
Hasta 15 años regirá en Perú

El proyecto de ley de femicidio fue aprobado   por el Congreso de la República.  Hubo   90 votos a favor, dos en contra y 14 abstenciones. Y se le exoneró de segunda votación con 87 votos a favor.

Esta  norma modifica el artículo 170 del Código Penal añadiendo lo siguiente: “El que a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge o conviviente, o con quien esté sosteniendo o haya sostenido una relación de afectividad aún sin

convivencia, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de 15 años”. Pero, el castigo no será menor de 25 años cuando hayan circunstancias agravantes.

Hace pocos días, la  ministra de la Mujer, Aída García, pidió   a las mujeres, a las familias y a los vecinos a dejar el “silencio cómplice” que rodea los casos de violencia familiar y sexual  y denunciarlos para poner fin a esos ataques.

Sostuvo que la población puede denunciar     ante la Policía  o en la línea telefónica que también atiende en idioma quechua. García Naranjo señaló que la situación de la violencia ha llegado a un punto de indiferencia en que la propia familia o los vecinos no hacen nada cuando escuchan gritos dentro de un hogar.  AFP