INVESTIGACIÓN SOBRE ESOTERISMO NAZI
por Marc D.S. - Atsidus.
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1- El Hitlerismo esotérico
2- La magia nazi
3- Himmler y el ocultismo nazi
4- La Sociedad Vril
5- Lucifer
6- Astrología nazi
7- El Sol Negro
EL FÜHRER FUE QUIEN CREÓ LA DOCTRINA ESOTÉRICA NACIONALSOCIALISTA
1- El Hitlerismo esotérico
"Si cree usted que nuestro movimiento se reduce solo a un partido político... ¡Es que no ha entendido nada!".
No era la primera vez, ni sería la última, en que Hermann Rauschning, jefe nazi del gobierno de Danzig, vio a Adolf Hitler expresarse en esos crípticos términos.
Como toda historia real, esta tiene un comienzo primitivo, enigmático e inquietante allá por el invierno de 1908. En esa época, el joven Hitler vivía en Linz, un pueblo austriaco cercano a la frontera alemana. Ya desde su temprana juventud se había sentido atraído por las narraciones de las viejas leyendas alemanas. Por supuesto, las operas del compositor alemán Richard Wagner, y el grandioso universo musical que generaba, totalmente asociado a antiguas leyendas nórdicas sobre el Santo Grial y otros temas mitológicos, como el anillo de los Nibelungos, no pasaban desapercibidos para el futuro Fuhrer de Alemania, aspirante entonces a arquitecto o a pintor reconocido.
Hitler pasó mucho tiempo estudiando misticismo, astrología, hipnotismo, mitología germánica y otros aspectos del ocultismo. En 1909 había entrado en contacto con el doctor Jörg Lanz von Liebenfels, un ex monje cistercense, que dos años antes había creado un templo de la «Orden de los Nuevos Templarios» en el semiderruido castillo de Werfenstein, cercano a las riberas del Danubio. Dicho doctor, hacía ondear una bandera con una svástica, practicaba ritos mágicos y publicaba la revista Ostara, en la que hablaba sobre el ocultismo y el misticismo racial, de la cual Hitler era un fiel subscriptor.
Años más tarde, en las cartas que enviaba desde la trinchera el cabo Hitler en la primera guerra mundial, se advierte con toda claridad la creencia de que le debe la vida a un milagro, o mejor dicho, a una cadena de milagros; que los escudos le protegieron una y otra vez, que mientras la mayor parte del regimiento era sacrificada en un baño de sangre, él gozaba de la protección especial de la Providencia.
En ese sentido, es interesante una experiencia ocurrida en la primera guerra mundial que relataría a la periodista Janet Flanner. Según relataría Hitler a la periodista: "me encontraba cenando en una trinchera con varios compañeros de milicia y de pronto sucedió lo impredecible. Repentinamente apareció una voz en eco que me decía ¡levántate y vete allí!. La voz era tan clara e insistente que automáticamente obedecí, como si se tratase de una orden militar. De inmediato me puse en pie y caminé unos veinte metros por la trinchera. Después me senté para seguir comiendo, con la mente otra vez tranquila. Apenas lo había hecho cuando, desde el lugar de la trinchera que acababa de abandonar, llego un destello y un estampido ensordecedor. Acababa de estallar un obús perdido en medio del grupo donde había estado sentado. Todos sus miembros murieron".
Todas estas diversas vivencias que le ocurrieron, además de su interés por lo oculto, acabaron haciendo tal mella a Hitler, que todo esto le influyó lo suficiente para acabar fundando su particular sistema político, el Nacional Socialismo, donde el esoterismo se reflejaba incluso muchas veces en la sociedad. Hasta tal punto, que muchos círculos hasta entonces secretos, se institucionalizaron como pasó con la agrupación estatal Ahnenerbe. Y muchos de los superiores de la cúpula nazi como Hess, Rosenberg, Himmler, etc., habían formado parte de sociedades iniciaticas como el grupo Thule, o bien habían estado influenciados fuertemente por el esoterismo.
La creencia en la alquimia, las runas o el péndulo radioestésico era común en los círculos de poder nazis. Pues, las creencias esotéricas de Hitler eran más que palpables, y se veían reflejadas, por ejemplo, en la importancia que le daba a asuntos místicos, tales como por ejemplo la búsqueda del Santo Grial o la Lanza De Longinos, entre muchos otros.
Por ejemplo sobre el Santo Grial comentar que Hitler, a lo largo de su mandato estuvo muy persistente con la búsqueda del mismo. Se decía que quién tuviera en sus manos dicha reliquia gozaría "de la vida eterna" y del más alto conocimiento, unas razones demasiado buenas para ser pasadas por alto por el Führer. Nos situamos en Marzo del año 1936. Otto Rahn fue el elegido para tan curiosa búsqueda. Este personaje tan misterioso como desconocido ya se había interesado mucho antes en el Santo Grial. Incluso se sabe que estuvo en España varias veces con el fin de recabar información a cerca de las tradiciones orales del cáliz. Tal era su interés que se había afincado en el pueblo de Lavelanet, situado cerca de una fortaleza cátara donde la tradición afirma que fue custodiado el Grial hasta el1244.
Otro ejemplo como la Lanza De Longinos, cabe decir que sale en la escena final de Parsifal, la última ópera de Wagner. A Hitler, le fascinaba la leyenda en que se basa esta ópera. Dicha lanza sagrada atravesó el costado de Cristo en su crucifixión, y llegó a las manos de los guerreros teutónicos, quienes la convirtieron en su talismán.
Hitler, que conocía su significado místico, consiguió obtenerla.
Durante su primera visita a la lanza la estudió con todo detalle. Medía 30 cm de longitud, y terminaba en una punta delgada, en forma de hoja; en algún momento, el filo había sido ahuecado para admitir un clavo -al parecer, uno de los usados en la crucifixión-. El clavo estaba sujeto con un hilo de oro. La lanza se había partido y las dos
partes estaban unidas por una vaina de plata; dos cruces de oro habían sido incrustadas en la base, cerca del puño.
Como dichas cuestiones esotéricas, muchas más se podrían narrar. La Astrología Nazi también fue clave durante el III Reich. El más influyente de los astrólogos de Hitler fue el suizo Karl Krafft. Al parecer sus cálculos, entre otras cosas, llevaron a decidir la fecha del misterioso viaje de Hess a Inglaterra. Además, también se trataba de descifrar mediante esta ciencia, interpretaciones de Nostradamus favorables al Nazismo, mostrando por ejemplo, que el "Hister" mencionado por el vidente francés era en realidad Hitler.
Por otro lado, el Post-Hitlerismo Esotérico (aquel posterior a la muerte de Hitler), sostiene que Hitler nunca murió en Berlín, sino que huyó y murió a una edad avanzada. Se afirma que en 1940 el Reich Alemán comenzó a trasladar un ingente número de maquinaria al Polo Sur con el objeto de construir en un continente desconocido y una estación secreta, un nuevo Berchtesgaden para el Fuhrer. En otras palabras, técnicos y científicos vaciaban "un monte entero" en la Antártida para construir un nuevo refugio completamente camuflado, en un continente más grande que Europa a 9.000 km. de África, 3.000 km. de la Tierra de Fuego en Sudamérica y 7.000 km. de Australia.
SÓLO UNOS POCOS ERAN ELEGIDOS PRA ESTUDIAR LA ALTA MAGIA NAZI, Y PARA ELLO DEBÍAN CONOCER PROFUNDAMENTE EL PODER DE LOS SÍMBOLOS
2- La magia nazi
En Ocultismo, se diferencian dos tipos de Magia: la "Alta Magia" y la "Magia Menor", pues bien, el Nazismo utilizó en gran medida este segundo tipo de Magia.
La Magia Menor consiste en crear y ejercer una fuerza psísica lo suficientemente importante para hacer que el más débil haga lo que deseamos.
Hitler era un experto Mago en este tipo de Magia, como la historia con hechos ha demostrado que fue.
Adolf Hitler poseía una extraordinaria habilidad para influir en los demás. Dicha habilidad con el paso de los años la fue perfeccionando con su gran carisma basado en la fuerza de su personalidad.
Dicho esto, pues, la Magia Menor que practicaba Hitler consistía en “La Oratoria”. Conforme enseña la tradición ocultista universal, las palabras desempeñan una función mágica, no por su significado, sino por la naturaleza de sus vibraciones sonoras. Hitler sabía que la repetición reiterativa de determinadas consignas tiene el poder de penetrar en los niveles más profundos de la psiquis, con lo que conseguía un efecto mágico sobre la población, una especie de encantamiento que actuaba como un hipnotismo para seguirle en cualquier situación por muy dura o peligrosa que fuera.
A propósito de ello, dijo en una ocasión: "Sólo hay una determinada cantidad de lugar en el cerebro, una determinada cantidad de paredes, por así decirlo, y si uno lo llena con sus consignas, la oposición no tiene lugar donde poner después ningún cuadro o fotografía, porque el apartamento del cerebro ya está abarrotado con el mobiliario de uno...".
Con el paso del tiempo, este poder mágico creció tanto, que incluso en ocasiones, para el Fuhrer no era necesario gesticular palabra alguna.
Su misterioso poder constituía una presión para los altos cargos del Estado Nazi. Una vez, por ejemplo, el doctor Hjalmar Schacht, un erudito financiero de Hitler, pidió a Hermann Göring que hablara con el Fuhrer acerca de un detalle secundario de política económica. Pero, una vez en presencia de Hitler, Göring descubrió que no podía plantear el asunto. Le dijo a Schacht: «Con frecuencia decido hablarle de algo, pero cuando estamos frente a frente me desanimo y soy incapaz... ». Y otro ejemplo lo tenemos con el almirante Dönitz, que estuvo al frente de la flota de submarinos del Reich y que llegó a ser comandante supremo de la marina de guerra, tenía tanta conciencia de la influencia del Fuhrer, que evitaba su compañía para conservar intacto su propio criterio:
«No iba muy a menudo al cuartel general, y lo hacía adrede, ya que tenía la sensación de que preservaría mejor mi capacidad de iniciativa, y también porque, tras varios días en el cuartel general, siempre tenía la sensación de que debía liberarme de su poder de sugestión... Sin duda, yo tenía más suerte que su estado mayor, constantemente expuesto a su poder y personalidad».
Y finalmente respecto a la Magia Menor, cabe destacar que el ”ingrediente mágico” que por excelencia que utilizó Hilter para su práctica, y que además resultó ser 100% efectivo, no fue otro que el gran y eficiente medio propagandístico llevado a cabo por el perspicaz Joseph Goebbels.
Por otro lado, en cuanto a “Alta Magia”, decir que la finalidad de todos los magos nazis era actuar sobre las fuerzas naturales. Su propósito era dominar las infinitas fuerzas del cosmos, y utilizarlas como una espada para sus propios fines.
Los Magos Nazis que practicaban “Alta magia” deseaban captar el valor oculto de antiguos conocimientos y el poder de los símbolos atávicos.
Para ellos el arquetipo constituido por Wotan/Odín se convirtió en la expresión de lo sagrado que sabía unir esotéricamente en una sola estructura las instancias religiosas y guerreras. El pueblo-raza, que parecía descender de Odín, descubría sus propias raíces en el lenguaje simbólico que estaba en el origen de los signos más sencillos de antiguas civilizaciones, como la esvástica.
ANILLO DE HONOR DISTINTIVO CON UNA CALAVERA OTORGADO A ALTOS INICIADOS EN ESOTERISMO NAZI
HIMMLER RECOMENDABA LA PROCREACIÓN EN LUGARES SAGRADOS Y DE CULTO DONDE YACÍAN "ARIOS NOBLES", TALES COMO LOS CEMENTERIOS, PARA CONSAGRAR EL ESPÍRITU DEL FUTURO NACIMIENTO
3- Himmler y el ocultismo nazi
Un rito muy importante Nazi era la festividad Indo-alemana del joven dios sol. En las academias donde se entrenaban los cadetes de las SS, éstos solían celebrar la Natividad, NO como el nacimiento de Cristo, sino como el dios sol, que surge de sus propias cenizas, en el solsticio de invierno. No es necesario detallar las características paganas de tales rituales. Lo que implicaban era una versión actualizada y transportada al siglo XX, del antiguo culto del Sol Invictus, al cual se había adherido Constantino hace 1600 años.
Himmler introdujo en la organización todo tipo de ceremonias. Las bodas de miembros de las SS no tenían nada que ver con el rito Cristiano, más bien todo lo contrario. Según Himmler, los niños que fueran concebidos en un cementerio nacerían imbuidos con el espíritu de los muertos que yacían ahí. En consecuencia, se alentaba al personal de las SS a concebir a sus hijos sobre lápidas –lápidas de 'Arios' nobles -, por supuesto. Se probaba que un cementerio guardaba los restos del tipo nórdico apropiado, era altamente recomendado para tal propósito, y en los periódicos de las SS solían publicarse listas de tales lugares.
Himmler se rodeó de un círculo interno de sumos sacerdotes, un conclave de doce SS -Obergruppenführers (es decir, doce Tenientes- Generales de las SS), que constituían sus 'Caballeros de la Mesa Redonda'. Este círculo casi místico de trece miembros -un número escogido deliberadamente para evocar a los antiguos conventículos ocultistas-, tenía su cuartel general en la pequeña ciudad de Wewelsburg, cerca de Padeborn.
Aunque los trabajos de construcción no estuvieron finalizados antes del fin de la guerra, se pretendía que Wewelsburg fuera la capital oficial de las SS, su centro de culto. Era descrita como el 'Mittpunkt der Welt', el Ombligo del Mundo.
Como centro de Wewelsburg había un castillo en el cual cada uno de los altos dignatarios tendría una habitación propia, decorada según el estilo de un período histórico definido -periodo que, según la mayoría de referencias, correspondería al de su encarnación anterior-.
En la Torre Norte, los trece 'caballeros' celebrarían encuentros ritualizados. En el centro de la cripta que se hallaba justo debajo de dicha torre, ardería un fuego sagrado, y en las paredes que rodeaban la cripta habría doce pedestales de piedra, cuyo uso verdadero solo podemos especular. Los números 3 y 12 son una constante en el proyecto de reconstrucción del castillo. Aún mas:
alrededor del castillo, y siguiendo el lineamiento de la cripta, se planeaba la expansión de la ciudad en círculos concéntricos meticulosamente diseñados.
El mismo Himmler hablaba frecuentemente de geomancia, y gustaba fantasear sobre Wewelsburg como un 'centro de poder' oculto. El diario oficial de la Ahnenerbe -es decir, el 'Centro de Investigaciones' de las SS - solía publicar artículos dedicados a tales temas.
Himmler concedía a ciertos elegidos un anillo (Totenkopfring), que indicaba un rango de iniciación en las creencias esotéricas que caracterizaban a la alta cúpula de las SS, creencias que se traducían en rituales mágico-paganos que se practicaban durante los solsticios o equinoccios y propugnaban la exaltación de la raza aria.
Los miembros SS originales, es decir, enlistados antes de la Segunda Guerra Mundial, eran reclutados, organizados y ritualizados estrictamente, de la misma manera que lo fueron los Caballeros Teutónicos del medioevo. La elaborada y mística ceremonia de inducción estaba diseñada de manera que pudiera recordar la investidura caballeresca. Los candidatos para admisión tenían que mostrar un árbol genealógico que demostrara su 'pura sangre Aria', limpia de elementos extraños durante por lo menos doscientos cincuenta años -o, en caso de que se tratase de aspirantes a oficiales, tres siglos. Cada candidato tenía que pasar por un período de noviciado antes de que fuera aceptado en la Orden. De los Francmasones, las SS aprendieron la importancia de la imaginería y las insignias ritualísticas, que tuviera cierto significado especial.
En el dorso de toda túnica SS, había una inscripción rúnica bordada con hilos plateados. Y el emblema de la organización misma, las SS en forma de dos rayos de plata, o la 'Sig' rúnica, la 'runa del poder', utilizada supuestamente por las antiguas tribus germanas para representar al dos del rayo y de la tormenta -Thor o Donar según ciertos mitos-, Odín o Wotan según otros.
LOS ALEMANES CONSIGUIERON FABRICAR UFO QUE SE PROPULSARÍAN POR LA MISTERIOSA FUENTE DE ENERGÍA VRIL
FOTOGRAFÍA REAL DE UFO NAZI
4- La Sociedad Vril
En un frío invierno de 1929, cuatro miembros de la sociedad Vril se reunieron en una cafetería de Viena. Fueron una mujer y tres hombres.
Se juntaron bajo un velo de misterio y secreto. Hablaron de revelaciones secretas, de la llegada de una nueva era, de la Lanza del Destino, de la piedra mágica violeta-negra, de la toma de contacto con los pueblos antiguos subterráneos y también con otros de mundos
distantes.
Este era el espíritu esotérico de los integrantes de la Sociedad Vril. La Sociedad Vril fue una comunidad secreta de ocultistas fundada en el
Berlín pre-Nazi. Con la llegada de Adolf Hitler al poder, esta sociedad pasó a la clandestinidad, pero no por ello dejó de ser operativa, ni mucho menos, de hecho esta sociedad fue la base de la gnosis Nazi de los primeros líderes del movimiento: estaba conectada con los cuerpos de elite de las SS, y adoptaba rituales específicos, iniciaciones y creencias.
Podríamos decir pues, que con el paso del tiempo, mientras que la Sociedad Thule, que nació también como una orden esotérica, se dirigía hacía temas más relacionados con la política, el nacionalismo y la ariosofia, la sociedad Vril en cambio derivaba más hacia la parte mística del Nazismo.
Dentro de todo el ocultismo y esoterismo que envolvía a la Sociedad Vril, podemos destacar dos grandes puntos en los que especialmente dedicaron sus mayores esfuerzos.
Por un lado, la Sociedad Vril creía que bajo la tierra existía un reino subterráneo llamado Agartha, y que allí vivía una raza superior avanzada tecnológicamente, esperando el momento de subir a la superficie y someter a la especie humana. Estos habitantes de las zonas interiores de la tierra, poseían el Vril (un poderoso fluido energético muy útil, considerado como la unidad de todas las fuerzas energéticas naturales), con lo que entrar en contacto con ellos implicaba la posibilidad de lograr una alianza estratégica muy importante para poder instaurar el “Reich de los mil años”.
Y el otro gran punto que mayormente trató esta Sociedad, era la construcción de tecnología avanzada a través de la práctica de espiritismo. Sus integrantes ritualizaban sesiones a través de médiums (a destacar Maria Orsic), y de sus contactos con los espíritus obtenían sus informaciones que pasaban a materializarlas en la práctica. Aunque después de mucho tiempo haciendo estas prácticas, empezaron a creer que dichos mensajes no eran enviados por entidades espirituales, sino por inteligencias extraterrestres, que conformaban civilizaciones muy avanzadas en lugares recónditos del Universo.
Los miembros de la Sociedad Vril pensaban que en algunos de los mensajes venían instrucciones para la creación de aeronaves espaciales con tecnologías innovadores que permitirían los viajes interestelares. De hecho, sus miembros llegaron a desarrollar planos de estos prototipos de naves espaciales, incluso algunos expertos piensan que pudieron llegar a construir algún prototipo, aunque por la derrota de la Alemania Nazi en la guerra no les dio tiempo a extender la producción de este tipo de naves.
En este sentido, derivado de los mensajes obtenidos en las sesiones espiritistas, se produjeron unas investigaciones encaminadas a lograr el descubrimiento de la tecnología de la propulsión por levitación, que usaba la generación de campos magnéticos para aprovechar las fuerzas de atracción y repulsión magnéticas para desplazar la nave, y a mediados de 1934, se pudo realizar la construcción del primer prototipo de nave espacial del tipo “platillo volador”, el RFZ-1. Los responsables de su construcción fueron el profesor Shumann y un ingeniero de vuelo. A finales de ese mismo año perfeccionaron su nave, y crearon el prototipo de la segunda generación de naves experimentales, el RFZ-2. Los responsables de su construcción fueron el profesor Shumann y Victor Schauberger.
Y con el paso del tiempo, la Sociedad Vril comenzó a desarrollar un nuevo tipo de nave espacial en 1942, la Vril-1. De esta, en algún
lugar se conservan actualmente los planos de diseño de la misma...
EN "LA CORTE DE LUCIFER" SE DIBUJA UNA HOJA DE RUTA DONDE, ENTRE OTRAS COSAS SE INTENTA DAR CON EL SANTO GRIAL.
LUCIFER, EL ÁNGEL QUE SE REBELÓ CONTRA EL PODER JUDEO-CRISTIANO DE JEHOVÁ DIOS
5- Lucifer
En 1935, en una acalorada conversación de altos mandos de las SS, con Hitler incluido, se debatió la cuestión de la Iglesia Católica en la Alemania del Tercer Reich. En el transcurso del tiempo dicha conversación se fue calmando. El general Hanfstangel, que fue invitado pero se retrasó y llegó después, entró en el salón. El gauleiter bávaro denunció al Fuhrer algunos ejemplos de resistencia de la Iglesia católica en Baviera. «Que no abriguen ilusiones los ensotanados – le respondió Hitler-. Su tiempo feneció. Perdieron la partida». Declaró que se guardaría bien de no hacer lo que Bismarck. «Fui católico –agregó-. Pues así lo quiso la Providencia. En efecto, sólo un católico conoce los puntos débiles de la Iglesia. Sé de qué manera puede atacarse a esa gente. Bismarck fue un estúpido. Era protestante, y los protestantes no tienen conocimiento cabal de lo que es la Iglesia. Bismarck manejó decretos y sus polizontes prusianos, y el resultado fue nulo. Yo no me lanzaré en nuevo Kulturkampf, que sería por demás tonto. No tengo interés en que los hombres negros puedan adornarse con la corona de los mártires para conmover a unas pobres mujeres. Pero sabré aplastarlos, podéis estar seguros de ello».
Durante el Nazismo, se consideró que el verdadero Dios era un ser de Luz, uno que creó al Demiurgo, al que se le identifica con el Dios judío Yahvé y la encarnación del mal, el cual fue creador del Universo material. Para el nacional socialista, la Raza Aria fue producto de la caída de los ángeles que fueron tentados por el Demiurgo, para alejarse de la Luz del verdadero Dios, pero que resistieron y se sublevaron contra él. Hablamos pues, de Lucifer y el resto de ángeles rebeldes.
Concretamente, el concepto de Lucifer para los Nazis es el siguiente: Lucifer no es maldad. Es Kristos; la Luz Increada. Representa la sabiduría y arroja Luz sobre la sombra creada por el Judeo-Cristianismo del Demiurgo. Por este motivo la Iglesia Judeo-Cristiana es enemiga de Lucifer, el gran enemigo a derrotar. Porque Luciferismo es libertad espiritual. Luciferismo es el despertar del Espíritu cautivo en un rol de materia, cuerpo-alma, indefinido.
Para el Universo Nazi, Lucifer es el único que puede mostrar el Origen. Una senda. Un código secreto trasmitido de boca a boca desde los albores de la humanidad. Y este código es la única vía posible para regresar a la Patria Olvidada.
La Patria Olvidada la encontramos en el Código de Lucifer. Según éste, se fundaron grandes civilizaciones como la Atlántida e Hiperbórea, cuya capital era la isla de Thule Hiperbórea, cuyo nombre significa en griego "muy al norte", y se creía ubicada en casquete polar ártico, conformada por cinco islas, siendo la central Thule. Los hiperbóreos y los atlantes eran gigantes poderosos y de raza aria, y una parte de ellos se pervirtió o degeneró mezclándose con otras razas consideradas inferiores que vivían en zonas meridionales. Esta acción principalmente causó la destrucción de la civilización hiperbórea.
Destruida Hiperbórea –siendo Islandia su último remanente- muchos hiperbóreos se refugiaron bajo tierra donde aún existiría su civilización, en la llamada Tierra hueca. Por eso el Nazismo creía en Lucifer, porque cuando nada existía y no había cielo ni estrellas, cuando no había universo y lo absoluto reposaba en la nada eterna, un rayo de luz quebró las tinieblas. Un fuego fulgurante nació y encendió los mundos. A ese fuego primigenio se lo llamó Lucifer, que significa "el que porta la luz" o "el que trae la luz".
Durante el Nazismo, de toda la biografía que se pudo escribir en torno a la figura de Lucifer, sin duda alguna el libro que más destacó fue: “La Corte de Lucifer” escrito por Otto Rhan, un estudioso arqueólogo y Coronel de la Ahnenerbe-SS. En dicho libro entre otras cosas se puede encontrar el tema del Grial. El Grial germánico es una piedra que cae de la corona rota de Lucifer. Gracias a este Grial se conseguiría
lograr que los dos hemisferios del cerebro trabajaran al mismo tiempo (ya que hasta ahora usamos sólo el izquierdo), y de esta forma las SS
podrían recuperar el conocimiento hiperbóreo. En la “Corte de Lucifer” pues, se relata una hoja de ruta dónde se viaja por Europa buscando esta corte, pues los verdaderos Luciferinos son los que conservan la sabiduría antigua.
EN LA ASTROLOGÍA NAZI ERAN UTILIZADOS MISTERIOSOS APARATOS (HOY EN DÍA AÚN DESCONOCIDOS), QUE DABAN EN ALGUNAS OCASIONES RESULTADOS ASOMBROSOS.
6- Astrología nazi
La astrología fue escasamente popular hasta la Primera Guerra Mundial, y estuvo en auge durante el ascenso del Nazismo, dado que líderes Nazis tenían astrólogos a su servicio. Si bien es cierto, que oficialmente desde el Gobierno del III Reich se persiguió la Astrología con la intención de centralizarla, y mantener una dirección única y un control adecuado.
El mismo Adolf Hitler poseía facultades precognitivas, lo que le permitió prever la falta de oposición a las invasiones de Austria y Checoslovaquia. Además, dichas facultades, le proporcionaban una asombrosa capacidad para juzgar el estado de ánimo político de Europa.
Desde los comienzos de la carrera de Hitler, se había dado gran difusión al horóscopo que le había hecho Elsbeth Ebertin en 1924, anunciando que “iba a ejercer el rol de Führer e iba a sacrificarse a sí mismo por el bien de la Nación”.
Hitler pues, era un estudioso en Astrología, y daba importancia a lo que esta ciencia ocultista preconizaba, así como también a la numerología (práctica adivinatoria a través de los números). Fue iniciado en el conocimiento de estas disciplinas durante su aprendizaje ocultista a través de profesores como el Barón Sebotendorf.
El Astrólogo más famoso de Hitler fue el misterioso Erik Hanussen, a quien durante muchos años se consideró el mejor vidente de Berlín. Predijo fechas exactas de acontecimientos tan importantes como el acceso a la cancillería de Hitler o el incendio del Reichstag.
Dada la confianza que el Gobierno Nazi tenía en el poder de la Astrología, pero sólo si se conocía y se tenía un gran dominio de la misma, se creó en 1942 “El Instituto del Péndulo”. Y se asegura que gracias a las prácticas astrológicas de este instituto, se pudo:
- ayudar a la flota de submarinos “U-boote” en la conquista de las aguas del Atlántico, logrando destruir a la marina Aliada durante los primeros años de la guerra. Y tiempo después, también se predijo que aumentarían las bajas (y se acertó, ya que de 40000 solo 10000 alemanes regresaron). Dicho giro en el control de las aguas, se produjo por un invento revolucionario que permitió a las naves inglesas navegar más tranquilas por los mares: el radar (este invento facilitó la localización precisa de los submarinos alemanes).
- los astrólogos nazis con sus artes logaron localizar a Mussolini cuando éste fue depuesto el 25 de julio de 1943 y encarcelado en un lugar secreto por el rey Víctor Manuel. Con sus predicciones afirmaron que el Duce estaba situado en el norte de Cerdeña. Mussolini fue rescatado de una prisión de la península Italiana el 12 de septiembre
de 1943 por una brigada de elite de las SS, bajo el mando de Otto Skorzeny. El rescate tuvo lugar, efectivamente, en la península italiana, pero como luego se ha probado con la documentación obtenida de la guerra, en el momento de la predicción el Duce sí se encontraba exactamente en el extremo norte de Cerdeña.
En algunas ocasiones para actuar, los mandos militares Nazis utilizaron efemérides astrológicas. Las efemérides astrológicas son la compilación de las exactas posiciones de los cuerpos celestes de nuestro sistema Solar para el tiempo de mediodía o de la medianoche de cualquier año dado. Los Astrólogos Nazis aconsejaban a Hitler de intentar siempre iniciar sus acciones cuando tuviera aspectos favorables con respecto a Júpiter, ya que es el planeta de la Expansión, lo que ayudaría a tener una alta probabilidad de “buena suerte” en sus acciones. En otras
ocasiones, eran sus generales los que estaban en buenos aspectos con Júpiter, y era a ésos a los que se elegía para poner al frente de un ejército o batalla determinada.
Esto se puede comprobar en acciones tan determinantes como la gran purga de 1934, la ocupación de Renania en 1936, la invasión de Austria en marzo de 1938 y de su totalidad en marzo de 1939; en todas estas ocasiones contaba con la influencia favorable de Júpiter.
El mando de la campaña de Yugoslavia y Grecia se le dio al general Von List, y qué casualidad, en la primavera de 1941 cuando se inicia la campaña, Júpiter se acercaba al tercer decanato de Tauro, y de este modo a la conjunción con la posición del Sol en el horóscopo de Von List.
GUÍA DEL ALMA Y FUENTE DE PODER DE LA RAZA ARIA
SIMBÓLICAMENTE ESTA ES SU REPRESENTACIÓN
7- El Sol Negro
En 1942, en plena guerra con las fuerzas armadas concentradas en la batalla, una expedición partía hacia la isla de Rügen dirigida por el doctor Heinz Fisher, experto en rayos infrarrojos. Tan pronto como la expedición desembarca, el doctor Fisher apunta sus aparatos con un ángulo de 49 grados hacia el cielo y los mantiene así durante varios días ante la estupefacción del resto de los miembros de la expedición, al final les explica el motivo: “el Fuhrer tiene buenas razones para creer que la Tierra no es convexa, sino cóncava. No habitamos en el exterior del Globo, sino en su interior. Nuestra posición es comparable a la de las moscas que andan por el interior de una esfera”.
Los científicos Nazis creían que el interior de la Tierra era hueco y habitable, y que la forma de ingresar al interior del planeta sería a través de agujeros que existirían en las regiones polares. Según estas teorías nacionalsocialistas, el clima adentro sería equilibrado, como lo fuera el de la Tierra exterior antes de la desviación de su eje y del trastrueque de los polos. Es decir, existiría allí la edad Aurea, Solar. En el centro del hueco interior habría un Sol, mucho más pequeño que el nuestro de afuera. Es lo que se conoce como “el Sol Negro”, que difunde sus rayos oscuros por el cielo intrínseco en derredor. Si el interior de la Tierra estuviese habitado, como la fuerza de gravedad sería menor adentro, la estatura de los humanos sería gigantesca y existiría una mayor longevidad.
Siguiendo con la teoría anterior pues, cómo símbolo esotérico, el Sol Negro, conocido también como “el Sol detrás del Sol”, para el ocultismo Nazi representa la luminosidad espiritual enterrada profundamente en las “entrañas de la Tierra”, es decir, en el vacío de la creación y a otra dimensión oculta de la consciencia. El Sol Negro de esta tradición oculta es invisible a la percepción ordinaria humana, por tanto, se vislumbra como oscuridad porque está más allá de toda frecuencia que pueda ser percibida por una Conciencia que todavía no abarca el Todo y la Nada en sí misma (lo manifiesto y lo inmanifiesto). Pero para aquellos que de algún modo consiguen percibirlo, este Sol Negro sirve como faro en el umbral del mundo espiritual, al otro lado del Árbol de la Vida. La luz oscura del Sol Negro nos llevaría a la zona de sombra de este Árbol, la más trascendente.
El misticismo Nazi creía que este oculto Sol Negro esotérico, a través de su “fulgente oscuridad”, transformaría a la humanidad espiritualmente cuando el “Ojo” fuese abierto.
Como símbolo, el Sol Negro se representa con dos círculos concéntricos. El círculo interior posee la forma de un Sol del que parten doce rayos (que en la concepción clásica de la rueda solar representaban el movimiento del Sol a través del año). Los doce rayos, en sus extensiones, alcanzan el círculo exterior, donde sus ángulos se tuercen formando a la vez dos símbolos de importancia clave en el misticismo Nazi: la esvástica y doce runas Sig o Sigel, la runa de la victoria, cuya representación doble conforma el emblema de las SS. El Sol Negro pues, es un símbolo de especial importancia en el culto esotérico Nazi. No ha sido famoso como la ilustre esvástica, porque su conocimiento sólo estaba reservado a cierta élite de iniciados en las SS, dónde la mística Nazi asignaba al Sol Negro la sabiduría primigenia que proporcionaba la fuente de poder a la raza aria.
Por eso, pese a la creencia popular más extendida, el Sol Negro o Schwarze Sonne en alemán, no es un símbolo ni germánico ni pagano, sino que fue una pura creación de las SS para reflejar sus ideales místicos, por lo que puede encontrarse aún hoy en día en un mosaico que decora el suelo de la fortaleza de Wewelsburg, cerca de la ciudad alemana de Paderborn.