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Cortes llegan divididas a último debate de reforma a la Justicia
Justicia
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InstapaperTanto en la Corte Suprema como en el Consejo de Estado hay diferentes líneas sobre la ley.
Mientras este miércoles se escucharon las voces de cientos de jueces que se concentraron en la Plaza de Bolívar para protestar por el proyecto de reforma a la justicia -que inició el tránsito a su último debate en el Congreso- en el Consejo de Estado y en la Corte Suprema de Justicia las opiniones frente a la iniciativa están divididas.
El presidente del Consejo de Estado, el magistrado Gustavo Gómez Aranguren, advirtió que el proyecto, tal como quedó para su octavo y último debate, solo tiene dos ganadores: el Ejecutivo y el Congreso, y que las modificaciones que serán aprobadas harán retroceder los avances que ha tenido la Justicia en el país.
"Es preocupante. Más adelante tendremos que volver a enderezar lo que hoy se está reformando y en eso perderemos, por lo menos, 10 años de trabajo para introducir elementos que hoy nos han permitido contar con un poder judicial moderno e independiente", señaló el magistrado Gómez.
Aunque asegura que hay puntos positivos, como la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura y el retiro de la gradualidad de las sanciones a los congresistas en procesos de pérdida de investidura -a la que sólo se le introducirá la doble instancia- "el proyecto sigue siendo lesivo para los intereses de la Rama Judicial".
Según Gómez, procedimientos considerados como "la joya de la corona de la Justicia", como el juzgamiento de los aforados, se debilitaron a favor de los congresistas.
También consideró perturbador para el prestigio de la Rama que se mantenga en la ponencia el aumento del periodo de los magistrados de las altas cortes a 12 años y sobre todo que se aplique a los actuales miembros de estas corporaciones. "Eso lo que hace es erosionar la respetabilidad de los jueces", agregó el magistrado.
Por el contrario, la Corte Suprema de Justicia, que inicialmente acompañó al Consejo de Estado en su oposición al proyecto de reforma, en los últimos debates ha mantenido silencio y se ha declarado a la expectativa del resultado final del trámite.
Al parecer, la unanimidad inicial frente al tema se perdió y ahora los miembros de ese tribunal han presentado posturas opuestas frente al proyecto.
El presidente del Consejo de Estado, el magistrado Gustavo Gómez Aranguren, advirtió que el proyecto, tal como quedó para su octavo y último debate, solo tiene dos ganadores: el Ejecutivo y el Congreso, y que las modificaciones que serán aprobadas harán retroceder los avances que ha tenido la Justicia en el país.
"Es preocupante. Más adelante tendremos que volver a enderezar lo que hoy se está reformando y en eso perderemos, por lo menos, 10 años de trabajo para introducir elementos que hoy nos han permitido contar con un poder judicial moderno e independiente", señaló el magistrado Gómez.
Aunque asegura que hay puntos positivos, como la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura y el retiro de la gradualidad de las sanciones a los congresistas en procesos de pérdida de investidura -a la que sólo se le introducirá la doble instancia- "el proyecto sigue siendo lesivo para los intereses de la Rama Judicial".
Según Gómez, procedimientos considerados como "la joya de la corona de la Justicia", como el juzgamiento de los aforados, se debilitaron a favor de los congresistas.
También consideró perturbador para el prestigio de la Rama que se mantenga en la ponencia el aumento del periodo de los magistrados de las altas cortes a 12 años y sobre todo que se aplique a los actuales miembros de estas corporaciones. "Eso lo que hace es erosionar la respetabilidad de los jueces", agregó el magistrado.
Por el contrario, la Corte Suprema de Justicia, que inicialmente acompañó al Consejo de Estado en su oposición al proyecto de reforma, en los últimos debates ha mantenido silencio y se ha declarado a la expectativa del resultado final del trámite.
Al parecer, la unanimidad inicial frente al tema se perdió y ahora los miembros de ese tribunal han presentado posturas opuestas frente al proyecto.
Sin embargo, magistrados como Leonidas Bustos, presidente de la Sala Penal, han expresado en diversos foros académicos que el proyecto de reforma tiene "cierto tufillo de retaliación y revanchismo" del Congreso hacía las cortes.
Lo cierto es que este silencio que ha mantenido la Corte Suprema frente a la reforma ha causado preocupación en algunos sectores del Consejo de Estado y, en general de la Rama Judicial. "Lo que vemos es que la misma Rama no se mantuvo suficientemente unidad para defender los altos intereses de la Justicia", expresaron varios de los magistrados consultados.
Lo cierto es que este silencio que ha mantenido la Corte Suprema frente a la reforma ha causado preocupación en algunos sectores del Consejo de Estado y, en general de la Rama Judicial. "Lo que vemos es que la misma Rama no se mantuvo suficientemente unidad para defender los altos intereses de la Justicia", expresaron varios de los magistrados consultados.
REDACCIÓN JUSTICIA
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