(www.neomundo.com.ar)- Aprender a tocar un instrumento mejora las habilidades relacionadas al lenguaje, el habla, la memoria y la atención. Y son muchas las investigaciones que en los últimos años se dedicaron a estudiar cuáles son los efectos que la música tiene sobre el sistema nervioso de las personas.
Algunos de los trabajos realizados encontraron que los músicos son más hábiles para aprender los sonidos de un nuevo idioma. A su vez, los niños que tocan algún instrumento tienen un mejor vocabulario, leen mejor y muestran una mayor activación neuronal frente a los cambios de tono en el lenguaje oral.
Gran parte de los estudios realizados se centran en analizar cómo funciona la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para modificar las conexiones entre las neuronas con el objetivo de adaptarse a los cambios o a nuevas situaciones. Esta plasticidad es el resultado de la educación o de la experiencia que una persona tiene a lo largo de su vida.
Según la neuróloga Nina Kraus, estudiar música parece generar nuevas conexiones cerebrales que permiten grandes logros en el área de la comunicación. A su vez, las investigaciones sugieren que este buen hábito facilita la creación de patrones muy importante para el aprendizaje.
El cerebro no puede procesar toda la información sensorial que llega, por lo cual selecciona lo que considera más importante. Tocar un instrumento ayuda a que las neuronas puedan elegir más eficientemente qué es lo más relevante dentro de una gama de estímulos.
"El cerebro de un músico selecciona los elementos con información vital de un sonido. En una hermosa interrelación entre procesos sensoriales y cognitivos, el sistema nervioso hace asociaciones entre sonidos complejos y qué significan", explica Kraus. Este entrenamiento es ideal para tocar una canción pero también para muchos aspectos de la comunicación.
La conclusión generalizada entre los científicos es que los sistemas educativos deberían fomentar la educación musical en los colegios.
ISSN 1696-7208
Revista número 7, Volumen 3, de Marzo de 2004
El “Efecto Mozart”: de cómo la música
puede ayudarnos en el desarrollo y
bienestar de nuestros escolares.
Fco. Javier Tejado Pozo.
Resumen del artículo: La música es un muy buen medio para fomentar el desarrollo y
perfeccionamiento de algunas capacidades mentales. Uno de los medios que nos
ayuda a esto es lo que conocemos como “efecto Mozart
La Educación Musical en nuestro país es un área relativamente joven si la comparamos
con las demás que componen el conjunto de áreas que pertenecen a nuestro sistema
educativo. Gracias a ciertos cambios que se han producido en material legislativo se han
ido asentando y fortaleciendo los cimientos de una enseñanza musical de calidad; no
sólo en lo referente a contenidos, sino también en lo que concierne a la idea que se tiene
de ella como medio por el cual se pueden desarrollar, potenciar y fijar ciertos aspectos
del desarrollo psicoevolutivo de los/as niños/as.
Prueba de ello es la cantidad de estudios e investigaciones científicas que existen al
respecto. Cada día se están encontrando más evidencias científicas, de niños/as que en
su fase intrauterina y, después de nacer, son demasiados sensibles a la música y ésta a
su vez favorece enormemente el desarrollo neurológico. Actualmente los investigadores
están de acuerdo de que el oído es el primer órgano que se desarrolla a nivel
embrionario, empezando a funcionar activamente a partir del cuarto mes. Las
afectaciones que tiene el cuerpo del niño/a sobre sí mismo y sobre los otros es
fundamental para comprender los efectos que tiene la música, la comunicación, el juego
y las actividades creativas sobre la sensibilidad y el afecto. Los ritmos del corazón de la
madre y los sonidos del contexto intrauterino en términos sencillos producen música.
ISSN 1696-7208
Revista número 7, Volumen 3, de Marzo de 2004
El “Efecto Mozart”: de cómo la música
puede ayudarnos en el desarrollo y
bienestar de nuestros escolares.
Fco. Javier Tejado Pozo.
Resumen del artículo: La música es un muy buen medio para fomentar el desarrollo y
perfeccionamiento de algunas capacidades mentales. Uno de los medios que nos
ayuda a esto es lo que conocemos como “efecto Mozart
La Educación Musical en nuestro país es un área relativamente joven si la comparamos
con las demás que componen el conjunto de áreas que pertenecen a nuestro sistema
educativo. Gracias a ciertos cambios que se han producido en material legislativo se han
ido asentando y fortaleciendo los cimientos de una enseñanza musical de calidad; no
sólo en lo referente a contenidos, sino también en lo que concierne a la idea que se tiene
de ella como medio por el cual se pueden desarrollar, potenciar y fijar ciertos aspectos
del desarrollo psicoevolutivo de los/as niños/as.
Prueba de ello es la cantidad de estudios e investigaciones científicas que existen al
respecto. Cada día se están encontrando más evidencias científicas, de niños/as que en
su fase intrauterina y, después de nacer, son demasiados sensibles a la música y ésta a
su vez favorece enormemente el desarrollo neurológico. Actualmente los investigadores
están de acuerdo de que el oído es el primer órgano que se desarrolla a nivel
embrionario, empezando a funcionar activamente a partir del cuarto mes. Las
afectaciones que tiene el cuerpo del niño/a sobre sí mismo y sobre los otros es
fundamental para comprender los efectos que tiene la música, la comunicación, el juego
y las actividades creativas sobre la sensibilidad y el afecto. Los ritmos del corazón de la
madre y los sonidos del contexto intrauterino en términos sencillos producen música.
NeoMundo – lun, 27 jun 2011
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