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Decían, Aseguraban y Afirmaban: " ACABANDO CON PABLO Y SU PANDILLA REINARA LA PAZ EN MEDELLIN Y COLOMBIA" y de verdad que fue una total equivocación, puesto que la guerra entre pandillas por el poder se fortaleció, habia un un capo, resultaron cientos y teniamos un solo proveedor de Narcóticos, resultaron cientos, la pregunta que todavía nos hacemos algunos Colombianos es: "¿ Por que, cuando los Carteles de la Droga entre ellos Pablo, Lether, Gacha y otros propusieron: PAGAR LA DEUDA PUBLICA DE COLOMBIA, que ellos dejaban sus actividades ilícitas, que sus capitales, los utilizaran para fortalecer la economía colombiana, NO LO ACEPTARON?" y mas bien dejaron que vertieran ríos de sangre en colombia, motivada por la guerra de los "carteles", Donde están los Bienes incautados a los Narcos, cuales son sus rendimientos financieros y en que han ayudado, estos dineros "ilícitos" a los programas Sociales de Colombia ???
2013-12-18
Narcotráfico
Colombia veinte años libre de Pablo Escobar
Por Sylvia Zárate para Infosurhoy.com
BOGOTÁ, Colombia – Muchos preferirían no volver a escuchar
su nombre, pero a veinte años de su muerte, Pablo Escobar volvió a ser
noticia.
El otrora hombre más buscado del mundo y considerado por la
revista Forbes en 1989 como el séptimo más rico del planeta, con una
fortuna que llegó a los US$30 mil millones, murió a los 43 años en
Medellín el 2 de diciembre de 1993 a manos de la Policía Nacional de
Colombia (PNC).
La PNC clasificó como “un nuevo amanecer” las operaciones en contra del narcotráfico en Colombia tras la caída de Escobar.
“Estos ‘mágicos’ creyeron que con los chorros de dinero,
producto de sus actividades criminales, podían comprar conciencias,
amenazar y eliminar a adversarios y hasta obtener el poder político,
económico y judicial en sus máximas manifestaciones”, señala el informe
de aquel 2 de diciembre de la PNC.
Sin embargo, el hijo de Escobar, Juan Pablo, de 36 años, ha
reiterado la necesidad de pedir perdón al país y al mundo por los
crímenes de su padre. Juan Pablo personalmente se reconcilió con los
hijos de los políticos Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla, quienes
perdieron la vida por orden del capo.
Entre sus crímenes más recordados está precisamente el
asesinato de Galán, quien durante su campaña para gobernar el país en el
periodo 1990-1994 prometió luchar sin descanso en contra del
narcotráfico.
Luego de varias amenazas por parte del Cartel de Medellín y de
salvarse de un primer atentado frustrado por las autoridades en la
Universidad de Antioquia, Galán fue muerto por orden de Escobar el 18 de
agosto de 1989 durante un discurso en el municipio de Soacha.
Junto a Galán, quien según las encuestas sería el próximo
presidente de Colombia con más de 60% de favorabilidad, murieron el
político Julio Peñalosa y Santiago Cuervo, escolta del entonces
candidato.
La lucha contra el cartel de Escobar por parte del ministro de
Justicia, Rodrigo Lara, durante el gobierno de Belisario Betancur
(1982-1986), también terminó en muerte.
Lara fue asesinado el 30 de abril de 1984 por orden de Escobar.
El periodista Guillermo Cano, director del diario El
Espectador, quien consideraba que la libertad de prensa podría enfrentar
a los carteles del narcotráfico y a la corrupción, fue baleado por
sicarios el 17 de diciembre de 1986 frente a las instalaciones del
periódico. El crimen también fue responsabilidad de Escobar.
Pero tal vez uno de los actos terroristas más abominables de
Escobar ocurrió el 27 de noviembre de 1989 en contra el político César
Gaviria, quien acabó gobernando al país de 1990 a 1994.
El también llamado “Zar de la Cocaína” ordenó la detonación de
una carga explosiva al interior del avión HK 1803 de Avianca en pleno
vuelo para concretar la muerte de Gaviria, quien no viajó en la
aeronave.
Un total de 107 personas perdieron la vida tras la explosión y
posterior caída del avión en el municipio de Soacha, Cundinamarca.
Carlos Alzate, alias “El Arete”, quien trabajó con Escobar,
confirmó que el atentado contra Gaviria falló por información errónea
que provenía de infiltrados en el entonces Departamento Administrativo
de Seguridad (DAS).
Por ello, el jefe del Cartel de Medellín ordenó un atentado con
un carro bomba cargado con una tonelada de dinamita al edificio del DAS
en el que murieron 70 personas el 6 de diciembre de 1989.
León Darío Posada, político, líder cultural y actual presidente
del partido Alianza Social Independiente en el departamento de
Antioquia, recuerda el impacto de este suceso en Bogotá, donde
estudiaba.
“Estaba durmiendo en mi apartamento en un primer piso ubicado
en la carrera 30 con calle 26 de pronto sentí un estruendo y una onda
extraña que rompió los vidrios, al ratico se escucharon los gritos de
las personas, salimos todos, la gente estaba muy asustada y había mucho
desconcierto porque nadie sabía que pasaba, luego nos fuimos juntando,
prendimos la radio y supimos que era otra bomba, fue una experiencia muy
dura”, recordó.
Civiles, principales víctimas de Escobar
Escobar llegó a pagarle a sus sicarios $2 millones de pesos
(más de US$1.000) por cada policía que asesinaran, como lo recuerda
Diego García, patrullero de la Policía Metropolitana de Medellín en los
años 90.
“Mi mamá me echaba miles de bendiciones antes de salir de la
casa cada mañana, sabíamos que salíamos pero no si volveríamos, era una
guerra declarada y aunque nos sentíamos muy inseguros era nuestro deber
cuidar y cuidarnos entre nosotros también”, recordó.
García añadió que sólo en 1990 más de 200 policías perdieron la vida en un mes en Medellín por orden de Escobar.
Sin embargo, la más tenebrosa arma de Escobar en contra del
gobierno fue la explosión de más de 200 bombas en los lugares más
concurridos de las principales ciudades.
Cuando el presidente Virgilio Barco (1986-1990) amenazó con
reformar la Carta Política del país para adelantar un referendo sobre la
extradición de los narcos a Estados Unidos, Escobar ordenó la
explosión de tres carros bomba simultáneamente en Cali y Bogotá.
En la jornada terrorista de la víspera del Día de la Madre en
zonas comerciales altamente concurridas de Colombia murieron 30 personas
y más de 200 quedaron heridas.
Para presionar más aún al gobierno e impedir su extradición a
EE.UU., el narcotraficante ordenó el secuestró del entonces aspirante a
la alcaldía de Bogotá, Andrés Pastrana, y del procurador general del
país, Carlos Mauro Hoyos.
Pastrana fue rescatado en un intenso operativo de la policía, a
lo que Escobar reaccionó ordenando sin titubeos la ejecución de Hoyos,
generando indignación en el país.
En su afán de ganarse el respeto y el afecto del sector popular
de su ciudad, a finales de los años 70 Escobar regaló cerca de 1.000
viviendas a familias que habitaban antes en un basurero en Medellín. La
zona hoy es conocida como barrio “Pablo Escobar”.
Gracias a la serie televisiva “Escobar, el patrón del mal”,
transmitida por segunda vez por la cadena Caracol y que registra el
rating más alto en la historia de Colombia, muchos de los habitantes del
barrio finalmente se enteraron de sus delitos, dijo María Urrego, quien
vive en el lugar.
“Creo que es importante recordar que pasó en esa época y ojalá
haya espacios de evaluación sobre estos programas (…) algunos se
preocupan por lo malo que pueden aprender de estos programas, pero estas
personas existen con o sin el programa”, opinó Posada.
* Nota del editor: El 19 de deciembre, Infosurhoy.com publicará
nota de Sylvia Zárate y César Mariño sobre el éxito de la política
antinarcóticos de Colombia después de la muerte de Pablo Escobar. El 20
de deciembre, Insofurhoy.com publicará nota de Mauricio Berrío sobre las
transformaciones que ha sufrido Medellín en las últimas décadas.