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Comentario del Director: Queda en el aire una pregunta: ? Cual es el Pensamiento del Procurador General de la Naciòn, de los encargados de fiscalizar o auditar la universidades pùblicas,de la Contraloria Municipal, del Auditor General de la Naciòn y del Zar Anticorrupciòn y la del Gollllll: Como van las investigaciones en la Personeria Municipal de Cundinamarca???
Edwin Bustamante | Estos son los módulos de técnicas de estudio LEA, con los cuales fueron capacitados los maestros del departamento y que han sido señalados como desactualizados.
Millonarios contratos con Alma Máter
CASI 40.000 MILLONES de pesos ha pagado la Secretaría de Educación a la Red por contratos bajo la figura de convenio interadministrativo. La Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia sí tenía recursos para capacitar maestros.
Daniel Rivera Marín | Medellín | Publicado el 9 de agosto de 2011
En el cuatrienio que termina la actual administración departamental, la Secretaría de Educación ha realizado tres contratos con la Red de universidades del Eje Cafetero, Alma Máter.
El primero tuvo lugar en 2008 y tuvo un costo de 17 mil 542 millones 980 mil pesos; su ejecución fue de un año. El segundo fue en 2009 por 10 mil 900 millones de pesos, el contrato duró 13 meses. Y el último es de este año, valió 9 mil 724 millones de pesos y el trabajo terminará el 31 de diciembre de este año, el último día de la administración.
En total, el despacho de educación ha contratado con una sola institución 38 mil 166 millones 980 mil pesos, solamente para la formación de docentes.
Como ya registró esta casa editorial el domingo 17 de julio con el texto Red Alma Máter también pasó por aquí, el primer contrato se firmó en medio de una polémica porque no se hizo con una entidad regional.
Para ese reporte, el secretario de Educación, Humberto Díez Villa, afirmó que la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia no recibió el contrato porque el rector le informó en su momento que no tenían capacidad para realizarlo.
Sin embargo, Martha Lorena Salinas, quien en 2008 era la decana de la Facultad de Educación de la U. de A., le dijo a EL COLOMBIANO que eso "está alejado de la realidad, es más, yo me fui hasta donde el rector y le pregunté que si él había dicho eso, y me dijo que no, yo le pedí que entonces rectificara, pero no lo ha hecho".
Un contrato similar se celebró con la Alcaldía de Bogotá, y según publicó El Tiempo , la Contraloría de Bogotá ya habla de un proceso de responsabilidad fiscal y un detrimento patrimonial por 6.000 millones de pesos, debido al material con que se ejecuta la capacitación de docentes.
El material LEA, que también fue protagonista en la formación de los maestros de Antioquia, pasó por un fuerte debate en la capital, debido a que tiene varios años de atraso en contenido editorial.
"Esas cartillas, a todas luces no eran pertinentes, porque trabajan los temas como una manera de empresarismo, no pedagógicamente. Además, tenían un curso de lectura rápida, una afrenta con los maestros, que ahora propenden es por lectura con entendimiento", sostuvo Salinas, quien agregó que ese material trataba cosas ajenas a las problemáticas educativas contemporáneas.
Además de los inconvenientes de este método, que no se ventilaron en su momento, en el segundo contrato realizado con Alma Máter, también se trabajó por medio de módulos que resultaron con errores, esta vez ortográficos.
Quien fue director de Fomento a la Calidad Educativa, Norman Ignacio Correa Betancur, recibió en esa oportunidad el reporte de una comisión que evaluó los módulos. "Es cierto, eran varios errores, tanto que ellos presentaron una fe de erratas y no nos gustó, pero había que repartir el material por lo que esta se adicionó a los módulos. Era obligación socializarla".
Los contratos con Alma Máter se pagaron de la siguiente manera: el primero tuvo un desembolso inicial, del 60 por ciento del valor, a la firma del acta de inicio, y el segundo desembolso, del 40 por ciento, a la entrega de todo el material.
El segundo se pagó con tres cuotas, la primera del 50 por ciento, que se dio a la hora de la firma, la segunda del 30 por ciento, a la entrega de los proyectos pedagógicos para docentes. Y el último pago, del 20 por ciento, cuando finalizara el proyecto. El tercer contrato fue similar, con cifras de 50, 40 y 10 por ciento respectivamente.
Según la profesora Salinas, esos pagos, y sobre todo el primero, "son absurdos, porque para iniciar, máximo pagan el 30 por ciento y cuando el proyecto ya lleva más de la mitad en su ejecución pagan otro 30 por ciento; ya al final, con el visto bueno del interventor, pagan el 40 por ciento restante".
La decana de entonces, también se refirió al valor del contrato, para lo que sostuvo que 17 mil millones de pesos eran un exceso. Y es que la Facultad hizo una propuesta para compartir el contrato con Alma Máter -que no prosperó- "y era mucho mejor, y no sabíamos en qué gastar todo ese dinero. Es que eso era un negocio".
Después de esa discusión que hubo entre la Facultad de Educación y la Secretaría, el área académica de la U. de A. no volvió a gozar de convenios interadministrativos con la Gobernación, en palabras de Salinas: "fuimos castigados".
EL COLOMBIANO trató de contactarse con el Secretario de Educación para hablar de nuevo sobre el tema, pero desde el despacho se dijo que todo lo que hay que decir es que el programa fue exitoso, además, que el 18 de julio se publicó un oficio sobre el tema que se puede encontrar en la página web de Seduca.
El primero tuvo lugar en 2008 y tuvo un costo de 17 mil 542 millones 980 mil pesos; su ejecución fue de un año. El segundo fue en 2009 por 10 mil 900 millones de pesos, el contrato duró 13 meses. Y el último es de este año, valió 9 mil 724 millones de pesos y el trabajo terminará el 31 de diciembre de este año, el último día de la administración.
En total, el despacho de educación ha contratado con una sola institución 38 mil 166 millones 980 mil pesos, solamente para la formación de docentes.
Como ya registró esta casa editorial el domingo 17 de julio con el texto Red Alma Máter también pasó por aquí, el primer contrato se firmó en medio de una polémica porque no se hizo con una entidad regional.
Para ese reporte, el secretario de Educación, Humberto Díez Villa, afirmó que la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia no recibió el contrato porque el rector le informó en su momento que no tenían capacidad para realizarlo.
Sin embargo, Martha Lorena Salinas, quien en 2008 era la decana de la Facultad de Educación de la U. de A., le dijo a EL COLOMBIANO que eso "está alejado de la realidad, es más, yo me fui hasta donde el rector y le pregunté que si él había dicho eso, y me dijo que no, yo le pedí que entonces rectificara, pero no lo ha hecho".
Un contrato similar se celebró con la Alcaldía de Bogotá, y según publicó El Tiempo , la Contraloría de Bogotá ya habla de un proceso de responsabilidad fiscal y un detrimento patrimonial por 6.000 millones de pesos, debido al material con que se ejecuta la capacitación de docentes.
El material LEA, que también fue protagonista en la formación de los maestros de Antioquia, pasó por un fuerte debate en la capital, debido a que tiene varios años de atraso en contenido editorial.
"Esas cartillas, a todas luces no eran pertinentes, porque trabajan los temas como una manera de empresarismo, no pedagógicamente. Además, tenían un curso de lectura rápida, una afrenta con los maestros, que ahora propenden es por lectura con entendimiento", sostuvo Salinas, quien agregó que ese material trataba cosas ajenas a las problemáticas educativas contemporáneas.
Además de los inconvenientes de este método, que no se ventilaron en su momento, en el segundo contrato realizado con Alma Máter, también se trabajó por medio de módulos que resultaron con errores, esta vez ortográficos.
Quien fue director de Fomento a la Calidad Educativa, Norman Ignacio Correa Betancur, recibió en esa oportunidad el reporte de una comisión que evaluó los módulos. "Es cierto, eran varios errores, tanto que ellos presentaron una fe de erratas y no nos gustó, pero había que repartir el material por lo que esta se adicionó a los módulos. Era obligación socializarla".
Los contratos con Alma Máter se pagaron de la siguiente manera: el primero tuvo un desembolso inicial, del 60 por ciento del valor, a la firma del acta de inicio, y el segundo desembolso, del 40 por ciento, a la entrega de todo el material.
El segundo se pagó con tres cuotas, la primera del 50 por ciento, que se dio a la hora de la firma, la segunda del 30 por ciento, a la entrega de los proyectos pedagógicos para docentes. Y el último pago, del 20 por ciento, cuando finalizara el proyecto. El tercer contrato fue similar, con cifras de 50, 40 y 10 por ciento respectivamente.
Según la profesora Salinas, esos pagos, y sobre todo el primero, "son absurdos, porque para iniciar, máximo pagan el 30 por ciento y cuando el proyecto ya lleva más de la mitad en su ejecución pagan otro 30 por ciento; ya al final, con el visto bueno del interventor, pagan el 40 por ciento restante".
La decana de entonces, también se refirió al valor del contrato, para lo que sostuvo que 17 mil millones de pesos eran un exceso. Y es que la Facultad hizo una propuesta para compartir el contrato con Alma Máter -que no prosperó- "y era mucho mejor, y no sabíamos en qué gastar todo ese dinero. Es que eso era un negocio".
Después de esa discusión que hubo entre la Facultad de Educación y la Secretaría, el área académica de la U. de A. no volvió a gozar de convenios interadministrativos con la Gobernación, en palabras de Salinas: "fuimos castigados".
EL COLOMBIANO trató de contactarse con el Secretario de Educación para hablar de nuevo sobre el tema, pero desde el despacho se dijo que todo lo que hay que decir es que el programa fue exitoso, además, que el 18 de julio se publicó un oficio sobre el tema que se puede encontrar en la página web de Seduca.
» Contexto
Una Red de gran éxito y crecimiento
La Red Alma Máter es una entidad pública formada por la Universidad Tecnológica de Pereira, la Universidad del Quindío, Caldas, Nacional Abierta y a Distancia y del Tolima, esta institución que empezó como un seminario permanente para pensar la educación en esa zona del país, se transformó en una empresa pública prestadora de servicios que ha alcanzado contratos con varias entidades del país como gobernaciones, alcaldías, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) y el Ministerio de Educación. Además de prestar servicios, también genera diferentes contenidos pedagógicos para las universidades que la conforman.
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