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PERIODISTA
Bogotá, 7 ene (EFE).- El temor en una zona del noroeste de Colombia, afectada entre jueves y viernes por un "paro armado" convocado por la banda criminal Los Urabeños, persiste este sábado, admitió el secretario de Gobierno del departamento de Antioquia, Santiago Londoño.
"Persiste el miedo en la comunidad antioqueña, específicamente en el Urabá (...) Existe miedo por estas bandas que son el producto de procesos de paz que no han sido exitosos en el pasado", señaló Londoño en declaraciones a Radio Cadena Nacional (RCN).
La parálisis afectó durante dos días actividades como el comercio y el transporte por carreteras en seis departamentos y fue promovida por Los Urabeños que se hacen llamar también Autodefensas Gaitanistas.
El viernes el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció recompensas millonarias por las cabezas de los jefes de esa banda narcotraficante, el incremento del pie de fuerza en seis departamentos y el envío de más fiscales.
En los últimos días fueron desplegados a los departamentos de Antioquia, Córdoba, Magdalena, Sucre, Cesar y Chocó, los territorios afectados, más de 6.000 miembros de la Fuerza Pública con apoyo aéreo para garantizar la tranquilidad de la ciudadanía.
Este sábado distintas fuentes indicaron que las pérdidas por la parálisis fueron cuantiosas.
Los Urabeños son una banda narcotraficante que promovió el paro como rechazo a la muerte de su jefe, Juan de Dios Usuga, alias "Giovanni", a manos de las autoridades la semana pasada.
Miembros de la banda repartieron octavillas amenazantes en el comercio y en las empresas de transporte de los seis departamentos.
Las autoridades señalaron que en los tres últimos días han detenido a cerca de medio centenar de presuntos integrantes de esa banda criminal, muchos de ellos en poder de octavillas con la intimidación.
Los Urabeños se dedican al tráfico de drogas, al secuestro y al asesinato, entre otros delitos, y hasta ahora estaba liderado por alias "Giovanny" y su hermano "Otoniel".
Pasajeros tratan de conseguir pasajes para viajar a Urabá y el occidente antioqueño el 5 de enero de 2012, en la terminal de transporte del norte en Medellín (Colombia). La banda criminal Los Urabeños ordenó a través de panfletos amenazantes un "paro armado" que afectó el comercio y al transporte en el norte de Colombia. EFE.
Santos encabeza consejo de seguridad en Santa Marta por el paro armado
Van 28 capturados. Ministro de Defensa informó la movilización de 500 hombres.
"En Santa Marta se capturaron tres individuos, que son cabecillas medios de esa estructura y que estaban creando la situación difícil", dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, en diálogo con 'La W'.
Por su parte, el Jefe de Estado evalúa la estrategia a seguir para acabar con la amenaza de 'Los Urabeños' en varias zonas del país. (Hoy a las 3:00 p.m. la periodista Jineth Bedoya analizará en Twitcam el paro armado de 'Los Urabeños')
En la capital de Magdalena sigue la parálisis de transporte y comercio, pese al llamado de las autoridades para que los samarios no se dejen amedrentar por las bandas criminales.
Los conductores de buses y microbuses que han salido a trabajar son muy pocos y en el mercado público, donde desde temprano hay presencia de la Policía y el Ejército, únicamente han abierto algunos negocios de verduras y carnes. El resto permanece cerrado.
Emelanio Contreras, vendedor de verduras, quien abrió su negocio a las 8 de la mañana, dijo que lo hizo porque tiene que levantar el pan de cada día. "En Antioquia todos los mercados ya están trabajando, yo los ví en televisión, y allá es donde está la cosa más grave. Aquí las autoridades nos han apoyado para que trabajemos sin miedo", dijo Contreras.
Entre tanto, en las calles de la ciudad el servicio público de buses es casi nulo. Algunos conductores han dicho que solo reanudarán sus labores cuando el comercio se normalice en su totalidad.
Pese a las medidas de seguridad dispuestas por las autoridades, la noche del jueves dos taxis fueron incinerados por manos criminales. Uno de los vehículos fue quemado en una trocha que conduce a la reserva ecológica Mamancana y el otro en el barrio Monterrey, en el oriente de la ciudad.
Para restablecer la normalidad en Santa Marta, este viernes se espera la llegada del presidente Juan Manuel Santos a la ciudad.
Zozobra por el paro
Como no sucedía desde hace varios años en el país, un paro armado promovido por la banda criminal 'los Urabeños' impactó el jueves el comercio y el transporte de dos capitales de departamento, Medellín y Santa Marta, así como a buena parte de municipios de Antioquia, Córdoba, Sucre, Cesar y Chocó.
Ante esta situación, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ofreció recompensas de hasta 20 millones para identificar a las personas que promovieron el paro.
"Los colombianos no se deben dejar amedrentar, tienen a su Fuerza Pública que los protege. La Policía y las Fuerzas Militares han fortalecido su presencia en todos los cascos urbanos donde esto se ha presentado", dijo el ministro Pinzón.
El presidente de la República, Juan Manuel Santos, también tuvo un enérgico pronunciamiento a través de su cuenta de Twitter.
"Los intentos de las bandas por frenar la acción de las autoridades no detendrán la lucha sin cuartel contra estos grupos. Vamos con todo", afirmó el Jefe de Estado.
A este pronunciamiento se unió el del ministro del Interior, Germán Vargas Lleras: "Estos hechos son inadmisibles y dicha organización debe saber que el Gobierno persistirá en desmantelarla".
Otra de las voces que se escucharon fue la del ex presidente Álvaro Uribe, quien dijo en su cuenta de Twitter: "Se necesitan operaciones contundentes contra bandas criminales, por ejemplo bombardeos, sin la excusa de que no son parte del conflicto".
Las primeras capturas
Desde el miércoles en la noche, en la conflictiva comuna 13 de Medellín y en Santa Marta circularon panfletos amenazantes en los que exaltaban a Juan de Dios Úsuga, alias 'Giovanni', jefe de la banda que fue dado de baja el fin de semana pasado y quien fue sepultado el jueves en Necoclí, en medio de un ambiente tenso.
Este diario también pudo establecer que, en otros departamentos, como Córdoba, hombres de 'los Urabeños' vestidos de civil se acercaron desde la noche del miércoles a comerciantes y a transportadores, unos para que no abrieran las puertas de sus negocios y los otros, para que no circularan. El jueves, incluso, hasta buena parte de las parroquias cerraron.
Al mismo tiempo que el miedo se apoderaba de poblaciones enteras, que prefirieron resguardarse en sus casas, la Policía Nacional decidió enviar 500 hombres a una de las zonas más críticas, el Urabá antioqueño, todos bajo el mando del general Rodolfo Palomino, comandante de Seguridad Ciudadana.
La Policía también acompañará por medio de caravanas y hará seguimiento helicoportado a los pobladores que quieran hacer uso del transporte público para trasladarse por las vías del norte de Antioquia. Y no se descarta que en los municipios afectados rija la restricción del porte de armas.
La Policía también acompañará por medio de caravanas y hará seguimiento helicoportado a los pobladores que quieran hacer uso del transporte público para trasladarse por las vías del norte de Antioquia. Y no se descarta que en los municipios afectados rija la restricción del porte de armas.
El subdirector de la Policía, general Roberto León Riaño, afirmó que, aunque no se conoce quiénes están detrás del paro, no descartó que estuviera Darío Antonio Úsuga, actual jefe de 'los Urabeños' y hermano de alias 'Giovanni'. (Circulan fotos en redes sociales del supuesto entierro de alias 'Giovanni').
Entre tanto, la Policía capturó a 20 integrantes de la banda mientras distribuían panfletos, portaban armas de corto alcance e intimidaban a los dueños de fincas y locales. Las detenciones se efectuaron en los municipios de San Pedro de Urabá, Apartadó, Uramita, Cañas Gordas y Briceño (Antioquia).
Entre tanto, la Policía capturó a 20 integrantes de la banda mientras distribuían panfletos, portaban armas de corto alcance e intimidaban a los dueños de fincas y locales. Las detenciones se efectuaron en los municipios de San Pedro de Urabá, Apartadó, Uramita, Cañas Gordas y Briceño (Antioquia).
Uno de los capturados es Jesús Zorillo, 'Mario', quien actuaba en Caucasia y tenía una orden de captura por el delito de concierto para delinquir.
Lo concreto es que siguen interrumpidos el servicio de transporte y el comercio en buena parte de los municipios afectados. De hecho, uno de los comerciantes consultados por ELTIEMPO.COM en Córdoba afirmó que no abrirá de nuevo las puertas de su negocio hasta el mediodía de hoy. "En la zona rural hay prácticamente un toque de queda", dijo.
También, en Montelíbano (Córdoba) se indagan los móviles de los asesinatos de dos personas -un comerciante y un vendedor ambulante- al parecer a manos de sicarios.
REDACCIÓN JUSTICIA Y COLOMBIA
Farc tiene en su poder haciendas de hasta 42.000 hectáreas
Se trata de tierras arrebatadas a sus dueños, la mayoría, en Meta y Caquetá.
El primero de enero entró en funcionamiento la Unidad de Consolidación y Reconstrucción Territorial, que tiene la misión de recuperar para el Estado zonas que por décadas han estado en manos de los grupos armados ilegales. EL TIEMPO habló con su director, Álvaro Balcázar, quien asegura que el país aún no tiene idea del despojo de tierras cometido por las Farc, especialmente en el suroriente.
¿Qué es la Unidad de Consolidación?
¿Qué es la Unidad de Consolidación?
Es una entidad con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio propio. Hace parte del Sector de la Inclusión Social y la Reconciliación y nuestra tarea es recuperar la presencia del Estado donde, por su ausencia, se incubó la amenaza de guerrillas, paramilitares y otras organizaciones ilegales. Estas llegaron de la mano de la barbarie, la violencia, los cultivos ilícitos y, recientemente, de la minería ilegal; todo porque el Estado no implantó allí sus capacidades para ejercer un efectivo control del territorio y fortalecer la democracia.
¿Cuáles son las zonas prioritarias para ustedes?
Montes de María, Catatumbo, Norte de Santander, el nudo de Paramillo (que incluye cinco municipios del sur de Córdoba y diez municipios del nororiente antioqueño o bajo Cauca), la zona de La Macarena-Caguán (seis municipios del sur del Meta, más seis municipios de Caquetá), la región de la cordillera Central (cuatro municipios del sur del Tolima, cinco del nordeste del Cauca y dos del sureste del Valle).
También están Tumaco y cuatro municipios fronterizos de Putumayo. Son regiones donde se sostiene el conflicto y permanecen los grupos armados por razones estratégicas, logísticas, operacionales, históricas y simbólicas.
El país acomete este año un reto histórico: devolverles a las víctimas las tierras que les robaron los paramilitares. ¿Qué se sabe del despojo cometido por las Farc?
Hemos recibido mucha información y el país tiene conocimiento del despojo que produjeron los paramilitares. Pero el despojo de las Farc es igual o peor. Los grupos guerrilleros basan su permanencia en el control del territorio. Esto no quiere decir que la gente esté del lado de las Farc. Es que, si no hay Estado que la proteja, la gente termina necesariamente haciendo lo que las Farc necesitan que hagan, no por su voluntad, sino presionada por la amenaza y la intimidación.
¿Cómo han hecho ese despojo?
Se han llevado a los niños, aunque sus padres no estén de acuerdo. Los ponen a cumplir ciertas funciones y la familia que se niega se tiene que ir. Cuando empezaron a acabarse los cultivos ilícitos, mucha gente quedó sin empleo y abandonó fincas que eran muy distantes y ahora las Farc están poniendo allí a personas que cumplen funciones logísticas y estratégicas. Esta es una especie de repoblamiento invisible.
¿Por qué no hay denuncias de esta situación?
A la gente le da miedo reclamar. Pero incluso si en este momento quisiéramos hacer actividades de restitución es muy difícil que la gente acepte que le devuelvan tierras en zonas donde las Farc todavía tienen el control del territorio. Por eso hay que estar sincronizados. Y no hemos visto que muchas organizaciones que protegen los derechos humanos visibilicen esas situaciones.
¿Cuál es la dimensión real del problema?
Hay que hacer un proceso coordinado de Fiscalía, Fuerza Pública, CTI e inteligencia para priorizar los casos de testaferrato evidentes. Hay grandes fincas y predios que toda la gente sabe de quién son, pero su judicialización es difícil porque no hay pruebas físicas y habría que recurrir a la denuncia de los ciudadanos.
Sin embargo, en nuestro régimen penal no está suficientemente protegido el anonimato del denunciante cuando se trata de una organización criminal, así que es difícil conseguir la denuncia contra las Farc, que son las primeras en enterarse.
¿Tienen cálculos de las tierras robadas por la guerrilla?
Podemos decir con toda seguridad que en los departamentos de Meta y Caquetá hay haciendas de entre 5.000 y 42.000 hectáreas que están en manos de testaferros.
¿Qué va a hacer el Estado?
Si no se desarticula la amenaza, va a ser difícil darle confianza al ciudadano. El miliciano se va debilitando cuando la estructura se repliega, va perdiendo capacidad de intimidación hasta que se vuelve inocuo.
¿Es esa la mayor dificultad en el proceso de consolidación?
Las Farc se han ido replegando a zonas selváticas con muy poca población. Esto nos da una oportunidad de ir llenando de Estado todo ese vacío. Mientras los grupos ilegales vayan siendo replegados, irán perdiendo capacidad para reordenar el territorio a su interés, para continuar haciendo despojo. Ellos pueden hacer despojo cuando se pasean como Pedro por su casa. Hay zonas emblemáticas como La Macarena donde falta mucho trabajo, especialmente en áreas donde mucha población campesina está influenciada por las Farc.
¿Y las otras zonas?
Indudablemente, la zona estratégica y fundamental, desde el punto de vista de la guerrilla, es La Macarena. Esta es la retaguardia estratégica de las Farc. Allí está más del 40 por ciento de la estructura armada del país. Desde el punto de vista de 'bacrim' y nuevas organizaciones criminales asociadas al narcotráfico, es claro que las regiones son el nudo de Paramillo y Tumaco. Y una región que toma un papel muy importante, para el futuro, es el Catatumbo.
Usted conoce muy bien La Macarena. ¿Cuál es la clave para una verdadera consolidación?
Necesitamos seguir mejorando la capacidad de sincronizar los esfuerzos que debe hacer el Estado. Esto es una lucha árbol por árbol, vereda por vereda y caño por caño. En la medida en que esto se logre, también es necesaria una oportuna presencia policial y judicial para desactivar la amenaza, porque la operación militar alcanza unos límites, pero luego queda maniatada cuando el enemigo ya no está armado, con fusiles y uniformes, sino disperso y soportado por el trabajo de los milicianos.
¿Es tan difícil hacerlo?
La gente no pide mucho, solo una escuela, un centro de salud, una carretera terciaria y un puente. Con eso ellos comienza a reconstruir su vida, pero eso es lo que falta. Necesitamos las facultades judiciales de la Policía para empezar a generar control territorial, jueces y fiscales para control institucional y la provisión de los más básicos bienes y servicios.
Seguridad y desarrollo, las claves
¿Cómo van a hacer para articular a todo el Estado?
En cada uno de los 51 municipios del programa va a haber una persona que será el rostro permanente ante la comunidad. A nivel nacional tenemos una estructura de apoyo, una especie de Contraloría, que revisará que el plan elaborado con alcaldes, gobernadores y la comunidad se está cumpliendo.
¿Qué papel jugarán los ministerios?
Para esa área hay otra dirección de articulación, encargada de que haya compromisos de los ministerios de Transporte, Educación, de Salud y Protección Social, Minas y Energías, Vías y Agricul- tura. Esta dirección no solo articula a las entidades del Estado sino que también articula a la cooperación internacional. No es para que vayan y compren las tierras, es para que intervengan y compren las cosechas, hagan desarrollos productivos, carreteras... Lo que la gente está pidiendo.
¿Es cierto que habrá un giro en el tema de cultivos ilícitos?
Precisamente, la tercera dirección se encargará de resolver el tema de cultivos ilícitos, que antes estaba en Acción Social. Ahora es parte de la Unidad de Consolidación y estará en manos del general retirado de la Armada Rafael Colón, quien ha hecho un trabajo enorme de sensibilización social. Por ahora, hemos empezado a hacer una erradicación sostenible de esos cultivos ilícitos.
Álvaro Balcázar, un experto en lo rural
El hombre encargado de consolidar siete regiones viene de la academia
Docente universitario, un consumado académico y enamorado de los retos que hay en el campo, Álvaro Balcázar, el responsable de consolidar las zonas ocupadas por los grupos armados, lleva 30 años dedicado a los estudios, trabajos e investigaciones sobre desarrollo rural.
También es experto en política agrícola, tecnología, comercio, finanzas rurales y políticas públicas, y es un duro crítico de lo que hacen y dejan de hacer los gobiernos frente al tema.
Hizo estudios sobre competitividad en la agricultura colombiana y posibilidades en comercio internacional, y conoce muy bien lo relativo a cultivos ilícitos, conflicto y desarrollo. Fue director de la Unidad de Desarrollo Agrario y de Planeación Nacional en los tres primeros años del gobierno Samper.
JINETH BEDOYA LIMA - SUBEDITORA DE JUSTICIA
JINETH BEDOYA LIMA - SUBEDITORA DE JUSTICIA
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